tag:blogger.com,1999:blog-184929082024-03-07T11:01:02.426-03:00panycielo. SOY PEDRO PATZER. ARGENTINO, LATINOAMERICANO! MI ABUELO VINO EN UN BARCO PERO YO VENGO DE MÁS LEJOS,MI DESTINO ES LA PACHAMAMApedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.comBlogger444125tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-47685134273087222012023-11-16T11:26:00.003-03:002023-11-16T11:54:54.908-03:00 La cultura popular es el anticuerpo que siempre salva a la Argentina<p><span style="font-size: 12pt; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;">por Pedro Patzer</span></p><span id="docs-internal-guid-8ce43fc1-7fff-a624-a7de-fb19b4006f89"><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.8; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPW8qY0CGf0HF8yFsZwwQnFRQ4QwGpzvU-VkMmyZX1TxJRkqqxbNIR8rfBveDbfFX6alv4hx_PkZttjNuAyQ5-oRmbCkFNMcA4v_HfSwP8z1wZ7HEKkb7rjU74d96t0y0GfJMLD4qgjbPtZqa_rNwq4562eSp3PdWaoCgpyjCqSopXL-729CJGWg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="518" data-original-width="500" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPW8qY0CGf0HF8yFsZwwQnFRQ4QwGpzvU-VkMmyZX1TxJRkqqxbNIR8rfBveDbfFX6alv4hx_PkZttjNuAyQ5-oRmbCkFNMcA4v_HfSwP8z1wZ7HEKkb7rjU74d96t0y0GfJMLD4qgjbPtZqa_rNwq4562eSp3PdWaoCgpyjCqSopXL-729CJGWg" width="232" /></a></div><br /></span><div><span face="Arial, sans-serif" style="font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><div class="Ar Au Ao" id=":181"><div aria-controls=":1gv" aria-expanded="false" aria-label="Cuerpo del mensaje" aria-multiline="true" aria-owns=":1gv" class="Am Al editable LW-avf tS-tW tS-tY" g_editable="true" hidefocus="true" id=":185" itacorner="6,7:1,1,0,0" role="textbox" spellcheck="false" style="direction: ltr; min-height: 240px;" tabindex="1"><div class="gmail-xdj266r gmail-x11i5rnm gmail-xat24cr gmail-x1mh8g0r gmail-x1vvkbs gmail-x126k92a" style="color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0px; overflow-wrap: break-word;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;">Aunque nos quieran convencer de que los ladrones de las melodías, de las vocaciones, de los más hermosos vínculos del humano con su propio destino, hasta los arrebatadores de la existencia han triunfado y conseguido imponer su imperio de lo utilitario, en el que todo lo que se hace debe tener un beneficio mercantilista: se estudia para “trabajar de”, se elige una pareja porque cumple con los requisitos pertinentes para vivir “alegres” como en las publicidades, se establecen amistades en la que todos hablan y nadie escucha, en las que se “conversa” mucho y jamás se dice nada, se renuncia al laberinto natural de la existencia por la sabrosa carnada del “final feliz” que nos metió Hollywood en el coco, y así se nos aleja de cualquier relación con el silencio, que sabemos bien no es lo mismo que callar, el silencio es lo que nos prepara para las genuinas músicas y palabras, en cambio se nos entrena como soldados más del ejército de lenguaraces, traficantes de las palabras del mundo muerto. De modo que nuestra vida la deshojan como una margarita utilitaria, en la que ante cada hoja arrancada se dice: “me sirve, no me sirve, me sirve, no me sirve…” Todo este combo, palabra incorporada y popularizada por una cadena extranjera de comidas rápidas creadores de la “Cajita Feliz”, produce gente que prescinde de maestros, pero que da la vida por tener seguidores, personas que repiten noticias falsas como devotos que rezan el rosario, y de repente se vuelven de una fe extraordinaria por esa realidad artificial tanto que se convierten en apóstoles del humo sin fuego, de los célebres sin obras, activistas de la guerra mundial de la estupidez que comienza como un juego de niños hasta transformarse en un juego de verdugos, en el que los inocentes, sobre todo las minorías y los débiles, están al acecho de un conjunto de gente que podría ser parte de</span><span style="background-color: white;"> un carnaval carioca como de una manifestación en el que se lleva como estandarte la palabra: “libertad”.</span><span style="font-family: inherit;"> ¿Cómo se pasa de un estado a otro? ¿Cómo conviven seres humanos con un discurso de ética, moral y otros bla, y sin solución de continuidad son capaces de desear las peores cosas a la mayor parte de la sociedad? Y así se proyecta un país como un barrio cerrado, con un rejas electrificadas, seguridad privada, y la idea de intrusos. ¿Quiénes son los forasteros en su propio país? Hace meses estamos llevando adelante - junto a los compañeros de la Radio Pública, Christian Brennan, Fernando Piana, Marisa Ruival y Fernando Clavero, un proyecto llamado “Tierra de Ríos” para Nacional Doc, en el que documentamos todos los ríos de la Argentina. Hemos trabajado sobre veintisiete ríos, en cada uno de ellos encontramos las grandes orfandades del país: la huella de los invisibles, ríos que llevaban nombres indígenas y que fueron cambiados por números cardinales como el Río Ctalamochita, de Córdoba, fue bautizado, por la pereza intelectual de los colonizadores españoles, como el Río Tercero, otros como el Río Mepenes de Corrientes cambió su nombre por el Santa Lucía, una santa foránea o el Río jamakán de Chubut, entregó su nombre tehuelche por el aburrido Río Chico del sur. Hay varios ríos Chicos en el país, a los que se les ha arrebatado su nombre original. Pero esto tiene que ver algo más que con los nombres, esto fundamentalmente es una idea de vencedores, los “ganadores” son quienes nombran la realidad, y a partir de ahí, lo que deja de nombrarse desaparece, se vuelve invisible. De este modo por años se ha repetido estúpidamente esa idea de que los argentinos somos hijos de los barcos, sin considerar que cada río, como cada pueblo, tienen antecedentes aborígenes. También los ríos revelan las batallas invisibilizadas, recordemos que por año se ocultó de los manuales oficiales a la Batalla de La Vuelta de Obligado, que el río Paraná recuerda como nadie, del mismo modo que el Río Grande de Jujuy lleva en su memoria el épico éxodo jujeño liderado por Belgrano o el Río Grande de Tierra del Fuego no deja de denunciar la masacre de los Selknam ¿Pero por qué todo lo que vamos descubriendo en los ríos, casi no aparece en los manuales? ¿Por qué nunca se nos cuentan estas historias en los medios? ¿Acaso hay unas Argentinas desconocidas, patrias invisibles? ¿Será que los “vencedores” ante todo son arquitectos del desierto? En un país donde se han desaparecido a treinta mil personas, lo invisible, lo que no se nombra, lo que se borra del mapa se vuelven asuntos latentes, paisajes espirituales, culturales e históricos que regresan siempre como manifestaciones culturales. El pueblo hizo cantares anónimos a los caudillos, no hay registro de que haya cantado a Bartolome Mitre. </span></div></div><div class="gmail-x11i5rnm gmail-xat24cr gmail-x1mh8g0r gmail-x1vvkbs gmail-xtlvy1s gmail-x126k92a" style="color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Algo que resume a esa latencia es “la pena extraordinaria”, siempre vigente en los hijos e hijas, nietos y nietas, bisnietos y bisnietas de Martín Fierro.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;">La cultura popular es un anticuerpo que regresa con sus colores de resistencia cuando parece que lo invisible ha triunfado</div></div></div></div></span></div>pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-82788694045816406102023-10-01T14:08:00.001-03:002023-10-01T14:08:32.258-03:00Los nombres de la soledad<p><span style="color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; white-space-collapse: preserve;">Si supieramos todos los nombres que tiene la soledad</span></p><span id="docs-internal-guid-86b90267-7fff-7133-b021-c9beecf1ced1"><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">estaríamos menos solos</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La soledad tiene varias ropas, diversos paisajes,</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">distintos colores, muchas voces</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">pero sobre todo demasiados equipajes</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">equipajes que a veces arrastramos con nuestro corazón</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">y otras se vuelven parte de nuestro cuerpo</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">A veces la soledad es la infancia varada en el silencio</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">y otra, el otoño intentando colonizar nuestra mirada</span></p><p dir="ltr" style="background-color: white; line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;"><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;">La soledad es un libro olvidado en la casa que ya no existe.</span></p><div><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div><div><span style="background-color: transparent; color: #050505; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space-collapse: preserve;"><br /></span></div><div><span style="color: #050505; font-family: Arial, sans-serif;"><span style="white-space-collapse: preserve;">Pedro Patzer</span></span></div></span>pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-27100126276467348272023-01-09T17:29:00.003-03:002023-01-09T17:29:28.237-03:00Canibales de la propia identidad<p> <span style="background-color: white; color: #050505; font-family: inherit; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">No hay peor orfandad para un pueblo que la del olvido de su identidad.</span></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xdj266r x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Sin identidad el horizonte es lo que pudo haber sido, porque la identidad siempre es lo que podemos llegar a ser, gracias a lo que fuimos. </div><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Si un pueblo no conoce la identidad de su río, de su selva, de su montaña, será fácilmente convencido de hacer de aquellos tesoros de la naturaleza, lo que la lógica internacional del comercio proponga; deforestación, papeleras, minería a cielo abierto. Así los pueblos ricos (de Pacha) se vuelven pobres. Cuando los pájaros no tienen màs àrboles en los que cantar, y la lluvia ya no se inspira en la selva y los rìos mueren de su propia sed, el ser en el mundo de los pueblos comienza a acabar</div><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Del mismo modo pasa con la cultura, cuando nos enamoramos solo de las aventuras de las series que transcurren en manhattan, Londres o Parìs y dejamos de sentir que nuestra tierra es el escenario de la aventura más crucial de nuestra vida: nuestra existencia en la historia, comenzamos a ser espectadores pasivos de un mundo que todos los días de desmorona como niña que deshoja un ángel </div><div dir="auto" style="font-family: inherit;">En estos tiempos en que hordas de terraplanistas polìticos han intentado un golpe de estado en Brasil, a semanas en que similares individuos intentaron asesinar a la Vicepresidenta de Argentina y luego del derrocamiento de Evo Morales, podemos inferir que estos hechos claramente no son aislados, sino que responden a un trabajo de despoblar a los pueblos de sus identidades. </div><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Cuando los autènticos espejos son reemplazados por las pantallas de celulares, tevès y otros artefactos que repiten todo el dìa lo que los dueños del mundo dictaminan, pues entonces los pueblos se vuelven canìbales de su propia historia, canìbales de su propia identidad</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">Pedro Patzer, escrito en caliente (sepan disculpar</div></div>pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-19042661527548321352021-12-14T20:29:00.000-03:002021-12-14T20:29:01.861-03:00PRESENTACIÓN DE "EL LUGAR EN EL QUE NACEN LOS RÍOS" DE PEDRO PATZER<p><br /> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzV8SzB2wuBuwEjyRLS7VAhF3LYLdl2Q6j3Ptw1VfrOYggO8EMz04eoIWE0BGI8MdtpwKBygtYXfON2_-ybjGYbi7_XRmapLZfWH2NeDiZRCble1hedbst-cttBnuc7QxyfpeYCw/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="601" data-original-width="601" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzV8SzB2wuBuwEjyRLS7VAhF3LYLdl2Q6j3Ptw1VfrOYggO8EMz04eoIWE0BGI8MdtpwKBygtYXfON2_-ybjGYbi7_XRmapLZfWH2NeDiZRCble1hedbst-cttBnuc7QxyfpeYCw/" width="240" /></a></div><p></p>pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-64412066913706651842021-05-06T08:26:00.004-03:002021-05-06T08:26:38.374-03:00 Cultura Popular, Madre de los Vientos<p><br /></p><span id="docs-internal-guid-c590821b-7fff-2d70-9fbe-529a32b85435"><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-weight: 700; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">por Pedro Patzer </span></p><br /><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La cultura popular es Huayra Puca, la madre de los vientos, de nuestros vientos rebeldes que golpean y golpean y golpean el alma de nuestros propios muros, hasta hacerlos piedras de nuestras verdades. Por eso el zonda, el pampero, la sudestada, el viento blanco y el viento norte, enloquecen a los que sobreviven en la trinchera de la “cordura”, que no es otra cosa más que aceptar formar parte del elenco estable del olvido. Porque estos vientos llevan y traen, traen y llevan, el balbuceo de diosas y dioses más antiguos de estas tierras, aquellos que fueron escondidos junto a sus idiomas secretos y que se convirtieron en cantos clandestinos y salvajes hechos de palabras que jamás podrán encerrar los calabozos de los diccionarios de las reales academias,ni en la “civilidad” de los que siempre proponen renunciar a la identidad. Estos vientos, que agitan las otras banderas y sostienen el alma de las argentinas olvidadas, esparcen semillas que harán florecer porvenir en lugares que parecían condenados a la resignación del desierto y al mausoleo de los pulcros, o para decirlo en criollo: a la comodidad cultural de los indiferentes.</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La cultura popular es Huayra Puca porque que además de ser la madre de los vientos rebeldes, tiene la capacidad de transformarse en otras divinidades, a veces canta solitariamente como Martín Fierro, otras, como baguala desesperada, cada tanto se vuelve Maradona, Evita, Leonardo Favio, Mercedes Sosa aunque generalmente deviene en personas anónimas: las hijas e hijos de la Madre de los vientos son los hacedores silenciosos de las memorias del pueblo ¿Acaso los verdaderos hijos e hijas de la cultura popular han mencionado, siquiera, alguna vez la palabra cultura? Las y los que hacen la cultura no suelen hablar de cultura, ellas y ellos son cultura. Aman, trabajan, cocinan, danzan, visten, se desnudan, resisten al olvido, despiden cantando a sus muertos. Los vientos rebeldes esparcen semillas sin preguntarse ¿por qué?, semillas que harán florecer verdades que ya nadie podrá detener. Y así llevan de un lado a otro los nombres prohibidos que siempre regresan como plegaria secreta o copla desdentada, en cambio los nombres que nos obligan a repetir de memoria, jamás se convierten en plegaria o canto. Nadie canta a los que sumergen al pueblo en la prosa de la resignación, el pueblo canta a los que les dan la posibilidad de ser y estar, de soñarse a sí mismos, de reconocerse genuinamente. De hecho hay coplas anónimas dedicadas a Felipe Varela, Chacho Peñaloza, Facundo Quiroga mas ninguna a Bartolomé Mitre ¡El pueblo sabe que su canto es la memoria del futuro! ¡El pueblo escribe su historia cantando!</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Si cantar es rezar dos veces, como manifestaba San Agustín, los que han inspirado a nuestro pueblo no pueden , entonces, sorprenderse de que la gente los haga santos al cantarles. Hay una hermandad en el canto y la fe. Yo me siento hermano del que lleva en su billetera una estampita de San Cayetano, y le canta en las madrugadas de desocupados de Liniers, este santo oficial y venido en barco, se ha convertido casi en un santo pagano, su verdadero templo está en la vigilia de los desheredados. Del mismo modo me siento culturalmente cercano de quienes se detienen a mitad de la ruta para dejarle una botella de agua a la Difunta Correa, ese reconocerse hijo de la sed es también comprender una de nuestras identidades, o el que le ofrece un cigarrillo a la ermita del Gauchito Gil, un pucho suele ser una contraseña entre los desesperados. No puedo dejar de mencionar todo aquello que significa un misachico, una procesión en la que el pueblo marcha al compás del retumbar de bombos y cantos, y saca al santo de la parroquia para llevarlo ante el río seco, para que vea con sus ojos sagrados que el río se ha ido. A los pocos días llueve y el río regresa, como el santo a la parroquia. Siento que esa gente es la verdadera cultura. ¿Es posible la cultura popular sin fe? ¿Será eso lo que la diferencia de la “alta cultura”? ¿Será que la cultura popular tiene devotos, que no necesitan alardear con sus conocimientos porque esos saberes son los que los hacen resistir, y ser? Pero sobre todo, sobrevivir. La Fe de la cultura popular que canonizó a Gardel, Gilda y a San Pugliese, pero también que hace que Horacio Guarany, como otros elegidos, por ejemplo, el Indio Solari, sean padrecitos de miles de huérfanos culturales. ¿A qué orfandad me refiero? Los nietos y nietas de los abuelos quichuistas, abuelas que hablaban en guaraní o en mapudungún, o en cualquier otro idioma nativo y que fueron obligados a olvidar las voces de sus mayores. Y no fue solo olvidar idiomas, fue enterrar toda una cosmovisión que esas lenguas representaron: la Pachamama, La Tierra sin mal, La Ñuke Mapu. Este no es un país pobre, es un país empobrecido, que es realmente distinto. Y es empobrecido culturalmente. Si a alguien le niegan su origen, le cambian su verdadero nombre, le esconden los hechos, el amor y la sangre que lo hicieron llegar hasta aquí, y le sacan su tierra donde pueda surgir el dios maíz, pues no hacen otra cosa que levantar estatuas al olvido, que casi siempre lleva el nombre del que escribe la historia oficial. Entonces los pueblos que tenían nombres indios o gauchos pasaron a tener nombres de militares que ayudaron a la conquista del olvido oficial, o el de estancieros o ferroviarios ingleses, para que los "civilizados" no sientan la profunda melancolía de ser errantes por el fin del mundo, teniendo en cuenta que quienes confeccionaron los mapas sentenciaron que el mundo empieza desde el norte. No es casual que el "templo" de la alta cultura argentina se llame "Teatro Colón"</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Hay otros mapas que gritan que el mundo empieza desde cada rincón de la memoria, desde ese eco que viene de lejos que muchos llevan por siglos en sus miradas, otros en el color de su piel, en los rostros parecidos a las piedras de los antigales. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La cultura popular es la madre de los vientos que revela los colores de los invisibles, nos enseña el camino del yo en los otros, que nosotros empezamos a ser en los otros, que nuestra identidad comienza siempre en nuestros distintos. De modo que ella recupera a personajes escondidos por la historia oficial, ya que el lawfare viene de antes, hubo un lawfare histórico, que algunos artistas, por ignorancia o por corresponder al poderoso mandato de la historia oficial, replicaron, tanto que una célebre zamba de José Ríos y José Juan Botelli, popularizada por Los Fronterizos, que se supone era un conjunto de izquierda, trataba de asesino a Felipe Varela: "Galopa en el horizonte,/ Tras muerte y polvadera/ Porque Felipe Varela/ Matando llega y se va” Esta zamba que fue coreada en festivales, peñas, campos y casas de todo el país, es una muestra de cómo la “civilidad” de los cuerdos, la que administra la cultura oficial, es una renuncia a la identidad: trata de sanguinario a una persona que, entre otros actos, alzó su voz contra la guerra de la Triple Alianza, en el manifiesto que Felipe Varela, lanzara en enero de 1868. Del mismo modo ha sido invisibilizada, de los manuales de la historia oficial, la Vuelta de Obligado, de la que Rosas fue protagonista y al que estos libros escolares sólo han asociado a la Mazorca, y nunca al acto de soberanía nacional por el que San Martín le regaló su sable. Curioso es que a Rosas la historia oficial sólo lo recuerde con las manos manchadas de sangre, pero al que festejó el degüello y la exhibición de la cabeza del Chacho Peñaloza en una plaza de Olta, lo llamen “Padre de la educación argentina”. La historia oficial la escriben los que ganan, aunque la cultura popular, regresa con sus versiones de la historia. Las coplas que el pueblo canta; las difuntitas milagrosas y los Juan Moreira que de su alma surgen; los gauchos que no sólo se niegan a ir a la guerra contra hermanos, sino que también se hacen protagonistas del poema nacional y santos paganos. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Santos Vega es el mito que narra la derrota del payador más importante de todos los tiempos frente al diablo, al que llamaban Juan sin ropa, no porque anduviera desnudo, sino porque no vestía de gaucho ya que era el forastero. Algunas lecturas dicen que representa al progreso, aunque prefiero leerlo como a la colonización que viene a avasallar a la cultura propia. De todas maneras la victoria del diablo, o de Juan sin ropa, es pírrica, ya que Santos Vega, según el mito popular, aparece, en cada atardecer rural, como espectro, payando contra la prosa de los historiadores oficiales, administradores de “la realidad”, en la que el “nosotros” siempre son unos pocos, la aristocracia de la memoria oficial ¡Otra vez el canto es el triunfo de los vencidos! ¡La muerte no pudo callar el canto del payador!</span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Los hijos e hijas de Santos Vega somos sobrevivientes culturales, no sólo los aborígenes, y gauchos,también los y las que decidimos nacer en la historia, y no sentirnos europeos viviendo un exilio cultural en este extraño y mágico continente, como la aduana de la cultura o la cultura oficial siempre nos ha enseñado a sentirnos. “La cigüeña nos trae de París...Mambrú se fue a la guerra” ¡Nostalgias de parisinos nacidos en los arrabales del mundo! </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Aunque muchos de nuestros abuelos hayan venido del viejo continente, ser de aquí significa aceptar que esta tierra tiene más de 500 años, y que eso significa que nosotros somos parte de esas culturas latentes esparcidas por cada región de Abya Yala, o como la denominaron los conquistadores, América. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Aquí se debe nacer dos veces, la primera biológicamente, la segunda existencialmente, cuando se toma conciencia de que sos de una tierra donde sus culturas originarias fueron devastadas, donde los otros (y las otras) fueron desterrados de su propia historia y de la oficial. Aquí se debe elegir nacer a la verdad, no por nacionalismo (ya que ser de aquí, es ser nuestra América) sino por empatía con todo los invisibles, y por los cuerpos, biografías, idiomas, culturas y dioses que fueron enterrados sin tumba. </span></p><p dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La Madre de los vientos, Huayra Puca, es decir la Cultura Popular, nos enseña que hay otra historia que la escriben los que resisten, y además la cantan los que no están dispuestos a ser cómplices del olvido oficial.</span></p><div><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div></span>pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-69086347688128095182021-01-26T16:40:00.000-03:002021-01-26T16:40:06.218-03:00 ¿Los argentinos y argentinas, somos forasteros culturales en nuestra propia Tierra?<p><br /></p><p>por Pedro Patzer</p><p>Confunden lo exótico con lo moderno, y sin querer, vuelven a ser, bufones animando el momento exacto en el que los reyes y sus cortesanos contemplaban a los indios llevados por Colón a España. Bufones de su propia cultura, enamorados de lo “raro”, despreciando todo aquello que suene nativo.</p><p>Los geniales Hermanos Ábalos, que fueron inventores de tantas maneras de ser argentinos, y no me refiero al chauvinismo, y mucho menos al nacionalismo. Aludo a la forma de comprender que el gran modo de ser argentinos y argentinas, es el de inventarse. Pero no como estos enamorados de lo extravagante lo hacen, es decir, bautizando Palermo Soho, a un sitio que debiera llamarse Palermo Evaristo Carriego, Palermo Borges, o más atrevidamente, Palermo Rosas. Me refiero a inventarse para sobrevivir, y nuestra cultura nativa, ha tenido que hallar la manera de romper su condena a ser invisibles, a la que los jueces culturales de la semicolonia la han sentenciado. Decía que Los Hermanos Ábalos consiguieron inventar algunas maneras de ser argentinos y argentinas. Desde burlarse de los periodistas enamorados de lo extravagante, que ante su regreso a Nueva York les preguntaban a estos hermanos santiagueños: “¿Y cómo es Nueva York?” y los geniales hermanos responden con: “Buenos Aires, tierra hermosa,/Nueva York, grandioso pago./Casas más, casas menos,/igualito a mi Santiago” Es decir, invierten la analogía de la semicolonia cultural, que siempre parte del otro lugar: “Tal trovador es el Bob Dylan argentino, o decir que la vidala es el blues nacional o que Cosquín es el Woodstock argentino” Cosquín es Cosquín, no hay muchas analogías posibles. Y es un ejemplo de esto de que la identidad argentina está en inventarse. Cosquín era un pueblo destinado a los tuberculosos, allí iban a curarse o a morir, los que padecían esta enfermedad. De hecho, “los sanos”, evitaban visitar esta comarca del Valle de Punilla. Por lo que los coscoínos debieron inventarse algo para liberar a su pago de esa condena, de modo que el 21 de enero de 1961 sus habitantes cortaron la ruta nacional 38 construyendo sobre la misma un escenario de material. Decidieron que había que hacer un festival de Folklore. No sólo cambiaron la historia de Cosquín, hoy el festival más importante del país, sino que también modificaron la historia de la cultura popular argentina. ¡Qué huérfanos culturales seríamos si esos habitantes no se hubieran inventado a Cosquín! Ellos lo volvieron a fundar culturalmente. La única analogía que se me viene a la cabeza con Cosquín, es la de un pibe que nació en Villa Fiorito, que su familia comía salteado, que estaba condenado a la pobreza, y sin embargo consiguió inventar una leyenda de su vida llamada Diego Armando Maradona. </p><p>Es importante comprender cómo la cultura popular argentina es la que custodia las identidades nacionales, ese conjunto de invenciones que nos hacen ser nosotros y nosotras. Los Hermanos Ábalos nos enseñaron a reconocer al quichua, dos de sus chacareras se llaman “Miski Mayu” (Río Dulce) y “Cachi Mayu” (Río Salado), ni que hablar don Sixto Palvecino y su gesta por ese idioma incaico; el universo guaraní abordado por artistas litoraleños que han descrito “El alma guaraní”, la cosmogonía mapuche, los cantos chamánicos del Chaco, y tantos asuntos que si no fuera por los artistas populares, y obviamente por los pobladores de esas culturas, estarían olvidados en tesis doctorales o libros que agonizan lentamente en anaqueles sombríos. </p><p>La Argentina le debe su Ser a la cultura popular, ni que hablar del tango y el folklore, pero también a artistas como la Mona Jiménez que nos ha contado una Córdoba a la que no teníamos acceso en otros lugares del país, del mismo modo la cumbia santafesina, el rock barrial en el conurbano: “Viejas Locas”, anunció la tragedia de pibes bonaerenses consagrados al paco. </p><p>Lo universal nos alimenta de muchas cosas necesarias, cuánto nos dieron Whitman, Shakespeare, Beatles, el cine, el teatro, la literatura, la música de tantos países. Debemos disfrutar y aprender de ello, el gran problema es que sabemos más de ellos que de nosotros. La mayoría de los argentinos somos ignorantes de la Argentina. El proyecto cultural de la semicolonia ha conseguido que el argentino sea un forastero cultural en su propia Tierra. Tenemos un desconocimiento tal sobre el país, que la mayoría repite que aquí se habla un solo idioma, que aquí casi no hay pueblos originarios, que Belgrano sólo fue el inventor de nuestra bandera (ignorando su papel en el éxodo jujeño, y tantas otras cosas más), que San Martín cruzó los andes en un caballo blanco (mas se sabe poco de su vocación por la Patria Grande).</p><p>La cultura oficial de la semicolonia ha hecho de nuestras genuinas culturas supersticiones, la aduana de la cultura la mira de reojo. Cierta vez un gran poeta y trovador del folklore, me contó llorando que un periodista destacado se había burlado en un artículo de su peluca. Años después, se hizo un documental con la biografía de este artista, dicha película ganó un premio internacional de cine. Resulta que el mismo periodista que había escrito sobre la peluca de dicho artista, lo llamó para invitarlo a comer a su casa. El premio de un festival internacional de cine, había legitimado, ante los ojos de este periodista, a ese artista al que antes había humillado en un artículo. Artista fundamental de nuestro cancionero.</p><p>En 1951, Homero Manzi, nos otorgó un camino para comenzar conocernos, a mi entender es el rumbo que debemos tomar para dejar de ser forasteros culturales en nuestra Tierra: “Alguna vez, alguien que sea dueño de fuerzas geniales tendrá que realizar el ensayo de la influencia de lo popular en el destino de nuestra América para, recién entonces, poder tener nosotros la noción admirativa de lo que somos.</p><p>Esta pobre América, que tenía su cultura y que estaba realizando tal vez en dorado fracaso su propia historia y a la que de pronto, iluminados almirantes, reyes ecuménicos, sabios cardenales, duros guerreros y empecinados catequistas ordenaron: “¡Cambia tu piel! ¡Viste esa ropa! ¡Ama a este Dios! ¡Danza esta música! ¡Vive esta historia!...Todo lo que cruzaba el mar era mejor y, cuando no teníamos salvación, apareció lo popular para salvarnos.</p><p>Instituto de pueblo. Creación de pueblo. Tenacidad de pueblo”</p><p><br /></p><p>Pedro Patzer, autor de los libros: "El Tahiel, el canto interior de la Argentina" y "Aguafuertes Provincianas"</p>pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-47653555598846379322021-01-18T16:56:00.002-03:002021-01-18T16:56:21.248-03:00NACE UN RÍO<p> <span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; white-space: pre-wrap;">Cuando el pan de la memoria se reparte en las mesas del futuro, nace un río</span></p><p><span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; white-space: pre-wrap;"> Cuando la palabra de las y los justos se hace árbol en la gente, nace un río</span></p><div style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;"><div class="" dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;"><div class="ecm0bbzt hv4rvrfc e5nlhep0 dati1w0a" data-ad-comet-preview="message" data-ad-preview="message" id="jsc_c_2dn" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; padding: 4px 16px; transition-property: none !important;"><div class="j83agx80 cbu4d94t ew0dbk1b irj2b8pg" style="animation-name: none !important; display: flex; flex-direction: column; font-family: inherit; margin-bottom: -5px; margin-top: -5px; transition-property: none !important;"><div class="qzhwtbm6 knvmm38d" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; margin-bottom: 5px; margin-top: 5px; transition-property: none !important;"><span class="d2edcug0 hpfvmrgz qv66sw1b c1et5uql oi732d6d ik7dh3pa fgxwclzu a8c37x1j keod5gw0 nxhoafnm aigsh9s9 d9wwppkn fe6kdd0r mau55g9w c8b282yb iv3no6db jq4qci2q a3bd9o3v knj5qynh oo9gr5id hzawbc8m" dir="auto" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; animation-name: none !important; color: var(--primary-text); display: block; font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; line-height: 1.3333; max-width: 100%; min-width: 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none !important; word-break: break-word;"><div class="kvgmc6g5 cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none !important; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando ciertas presencias todo lo despiertan, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando somos parte de lo que amanece, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando la mirada amorosa contempla a los y las invisibles, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando conquistamos el territorio de nuestro perdón, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando se hace de la voz interior un trino del mundo, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando alguien descubre que su corazón es un barco, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando de ciertos encuentros se levantan templos, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando la mente deja ser el mausoleo de los resignados y se convierte</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">en el jardín de los libres, nace un río </div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando nos asumimos vagabundos del universo, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando reconocemos a la propia violencia como nuestro fantasma, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando alguien reza por un desconocido, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando renunciamos al "¿por qué?" y nos consagramos al "¡gracias!", nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando la acción supera a la plegaria, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando comprendemos que las cosas más bellas nunca tendrán su estatua, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando recordamos el pájaro que fuimos y conectamos con la estrella que seremos, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando el coraje del “no”, se transformar en el camino del “sí”, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando dejamos atrás al barullo de lo que nos dijeron que éramos y alcanzamos el silencio que somos, nace un río</div><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Cuando nuestra biografía se convierte en el canto del prójimo, nace un río</div></div><div class="o9v6fnle cxmmr5t8 oygrvhab hcukyx3x c1et5uql ii04i59q" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; transition-property: none !important; white-space: pre-wrap;"><div dir="auto" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;">Pedro Patzer,</div></div></span></div></div></div></div></div><div style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;"><div class="stjgntxs ni8dbmo4 l82x9zwi uo3d90p7 h905i5nu monazrh9" data-visualcompletion="ignore-dynamic" style="animation-name: none !important; border-radius: 0px 0px 8px 8px; font-family: inherit; overflow: hidden; transition-property: none !important;"><div style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;"><div style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;"><div style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;"><div class="l9j0dhe7" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; position: relative; transition-property: none !important;"><div class="bp9cbjyn m9osqain j83agx80 jq4qci2q bkfpd7mw a3bd9o3v kvgmc6g5 wkznzc2l oygrvhab dhix69tm jktsbyx5 rz4wbd8a osnr6wyh a8nywdso s1tcr66n" style="align-items: center; animation-name: none !important; background-color: white; border-bottom: 1px solid var(--divider); color: var(--secondary-text); display: flex; font-family: system-ui, -apple-system, system-ui, ".SFNSText-Regular", sans-serif; font-size: 0.9375rem; justify-content: flex-end; line-height: 1.3333; margin: 0px 16px; padding: 10px 0px; transition-property: none !important;"><div class="bp9cbjyn j83agx80 buofh1pr ni8dbmo4 stjgntxs" style="align-items: center; animation-name: none !important; display: flex; flex-grow: 1; font-family: inherit; overflow: hidden; transition-property: none !important;"><span aria-label="Consulta quién reaccionó a esto" role="toolbar" style="animation-name: none !important; font-family: inherit; transition-property: none !important;"><span class="bp9cbjyn j83agx80 b3onmgus" id="jsc_c_2dq" style="align-items: center; animation-name: none !important; display: flex; font-family: inherit; padding-left: 4px; transition-property: none !important;"><span class="np69z8it et4y5ytx j7g94pet b74d5cxt qw6c0r16 kb8x4rkr ed597pkb omcyoz59 goun2846 ccm00jje s44p3ltw mk2mc5f4 qxh1up0x qtyiw8t4 tpcyxxvw k0bpgpbk hm271qws rl04r1d5 l9j0dhe7 ov9facns kavbgo14" style="animation-name: none !important; border-bottom-color: var(--card-background); border-left-color: var(--card-background); 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La que incluye también a la historia popular. Mucha gente se enoja porque usamos la construcción "Cultura popular", arguyen que tan solo hay una cultura. Tal vez los que hacen esa crítica no pueden ver que del mismo modo que existe un modelo financiero mundial que arrastra con las economías nacionales, también hay una cultura mundial, que arrasa con las culturas nacionales. Quiero aclarar que esto no es una mirada chauvinista, sino que es el desahogo de un sobreviviente cultural, como me considero, que ha despertado de la anestesia pedagógica que instala la cultura oficial del mundo de los "ganadores". De los que avasallan, de los que les cambian los nombres a las calles, las ciudades, los ríos, los pueblos, los dioses, la historia y hasta el destino. De los que vacían la identidad, como vacían de pájaros los bosques, de àrboles los bosques, vacían de bosques los bosques. Ya la cultura no puede seguir siendo considerada como ese cuadro que duerme en el museo, ese libro que hiberna en la biblioteca o esa canción que envejece en un disco. La cultura ya es el pan que nos alimenta y no nos deja hambrientos de destino. El agua que no nos condena a ser sedientos de horizonte. El espejo que no está para que imitemos a la arquetípica belleza del consumo, sino el espejo que nos interpela con las imágenes de nuestra identidad. En él vemos que tenemos los ojos del abuelo europeo pero la mirada de la abuela criolla. Pero si comenzamos a mirar mejor, el espejo nos devolverá también un río sin nombre, o por lo menos sin el nombre de los que vinieron a nombrar los que otros y otras ya habían nombrado en sus cantos y en las alabanzas a sus divinidades. Porque de hecho, ese río que se nos aparece en el espejo también es un Dios, un Dios nativo que nunca supo latín, pero supo el idioma del lodo y la selva, del cerro y de la piedra. La cultura popular comienza en ese río latente que todos los que habitamos esta tierra llevamos en la conciencia, ese río Dios, es también un río mujer y hombre, un río copla y danza, un río historia y porvenir. La cultura popular es la antorcha que nos guía cuando la oscuridad cultural que nos ofrecen los gerentes del destino del mundo, nos quiere ciegos de nosotros mismos. Como la antorcha olímpica se pasa de mano en mano, de atleta en atleta, la cultura popular también se comparte. Pero entonces, ¿lo masivo nos ayuda a reconocernos? ¡No confundan masivo con popular! Porque masiva es Susana Giménez. Lo popular solo es lo que expresa los anhelos genuinos del pueblo, los que conducen a fortalecer su identidad, los que llevan la semilla en su alma aquello que dará la flor de la libertad.</p><p>En su flamante enciclica"Fratello Tutii', el Papa Francisco afirma:"El avance de este globalismo favorece normalmente la identidad de los más fuertes que se protegen a sí mismos, pero procura licuar las identidades de las regiones más débiles y pobres, haciéndolas más vulnerables y dependientes…"</p><p>La pandemia comenzó hace muchos años, el virus del mundo caníbal que se viene devorando el mundo, pero como solo no puede, produce sus contagios a través de olvido, reemplazando la historia por ficciones que distraen, cambiando pensamientos populares por eslóganes diseñados por las agencias de publicidades, que funcionan como agencias de lotería propiciando la timba ideológica y cultural</p><p>En estos tiempos tan especiales, en que los buitres acechan, es importante recordar que las puertas que nos conducen a nuestros auténticos jardines, son las puertas de adentro. Si nos animamos a creer en esas puertas estaremos siempre en el lugar indicado de la historia y de la existencia. </p><p><br /></p><p><br /></p>pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-82153095931708382342020-10-07T18:01:00.000-03:002020-10-07T18:01:13.891-03:00El linyera y la luna<p> </p><p>Por Pedro Patzer</p><p>Un linyera comparte su pan duro con el perro, su corbata suele llamar la atención de los que nunca se preguntaron para qué usan corbata, sus zapatos duermen con la lengua afuera aunque muestran sus dientes cuando hace falta, en su valija lleva algunas cosas que el mundo ha perdido: el mapa hacia la Atlántida, antiguas lluvias que la gente dejó caer sin contemplar, y una llave que abre todos los calabozos humanos.</p><p>Cuando alguien pasa silbando el linyera se saca su sombrero invisible, sabe que el que silba recupera los trinos de los pájaros que fueron embalsamados por los que dicen amar los pájaros. El linyera aprendió que en esta ciudad muchos de los que dicen amar se vuelven cazadores de lo amado. Le ponen correa al corazón y cada tanto lo sacan a pasear por alguna que otra emoción. Son como el verdín en las estatuas o como el cartel de "se vende" en la mirada de los resignados </p><p>Por eso él se enamoró de la luna, pero de la luna atorranta, la que solo puede verse por los agujeros de su saco o reflejada en los vasos de vino de los que le ponen soda, con tal de que el shhhhhh del sifón calle a tantos pensamientos que se vuelven ocupas de las noches interminables</p><p>La luna para el linyera es una cacerola vieja, una moneda para comprar el pan del sueño, un cofre que guarda todas las cosas que nadie podrá robarnos. Porque él también tiene sus oros y entiende que los ladrones nunca miran hacia arriba, ni siquiera hacia los tanques de agua en los que la luna se baña desnuda.</p><p>El linyera no cree en los transbordadores espaciales, ni en los satélites artificiales, y mucho menos en los correctos astronautas, él sabe que solo hay una manera de llegar a la luna y es imaginando.</p><p><br /></p><p><br /></p>pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-80042224510212586992020-06-16T07:25:00.003-03:002020-06-16T07:25:51.147-03:00Cancionero del Tren Roca (vía Quilmes), de Pedro Patzer - Invitación a la ilustración colectiva -<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAhVjqgv2RLnMDJUQmWrqxr3O5qaSUwsSHhpFuT7DwC20PCKn-DunMyXxj4Jzq-QjMUddzi3mlml1jSYq4LIt6L_QKJpil9uiVzReLfRMqSMFXhb1aWF8H3oS6w32i6Q_85li1aw/s1600/IMG_20200615_224227_517.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAhVjqgv2RLnMDJUQmWrqxr3O5qaSUwsSHhpFuT7DwC20PCKn-DunMyXxj4Jzq-QjMUddzi3mlml1jSYq4LIt6L_QKJpil9uiVzReLfRMqSMFXhb1aWF8H3oS6w32i6Q_85li1aw/s320/IMG_20200615_224227_517.jpg" width="320" /></a></div>
Cancionero del Tren Roca (vía Quilmes), de Pedro Patzer<br />
- Invitación a la ilustración colectiva -<br />
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En ese entonces, aquél verso de Pablo Neruda “¿Hay algo más triste que un tren inmóvil bajo la lluvia?”, tenía dramáticas respuestas. Pobreza, sudestada, plazas desiertas, ríos a los que el petróleo les quitó sus ganas de cantar, paisaje rotos como los vidrios de sus ventanillas, bingos que todo lo empobrecen, cumbias atroces como la historia de un país. Sin embargo, había gente con ganas de amar, con voluntad de resistir, con entusiasmo por transformar su vida y la de los otros.<br />
<br />
Un cuaderno debía traducir esos viajes en el Roca. Como también la misteriosa belleza de esos puentes oxidados, de esos vagones moribundos, de esas flores que crecían entre andenes colmados de los que ya nada esperaban, que es una manera de esperar al Mesías.<br />
<br />
Los invito a aportar imágenes sobre el tren Roca Vía Quilmes, para la producción de mi libro de poesía Cancionero del Tren Roca (Vía Quilmes). Quiero que todos los que tengan alguna foto, algún dibujo, o un collage que hayan creado sobre esa época del Tren Roca Diesel, se sumen a la ilustración del libro.<br />
<br />
Les pedimos que el material sea propio, inédito, y que lo manden a cancionerotrenroca@gmail.com entre el 17 de junio y el 17 de julio, indicando los datos del aporte (fecha, lugar, técnica) y del autor (nombre, apellido, teléfono, DNI). De todo el hermoso material que recopilemos, haremos –con la Editorial Lenguamadre– una selección de los aportes que luego integrarán el libro.pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-71817014207024541712020-05-21T18:13:00.002-03:002020-05-21T18:13:46.023-03:00Los trenes que perdimosLos trenes que perdimos llegaron a lugares<br />
donde nadie nos esperaba<br />
como la palabra amor en cartas documentos<br />
o villancicos en la noche del ateo<br />
entonces, no vale la pena<br />
desatar la tristeza de los turistas<br />
ni la certeza de los viejos campeones<br />
es preferible cambiarse el nombre<br />
y ser un visitante ilustre en nuestra propia duda<br />
reír de la inutilidad de los corbatas<br />
y de los oxidados trofeos en las vitrinas<br />
dejar de confundir cacareo con plegaria<br />
y ser de una buena vez<br />
todo eso que miramos al cerrar los ojos<br />
<br />
Pedro Patzer, borradores de cuarentenapedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-86656151853502549182020-05-09T17:18:00.000-03:002020-05-09T17:18:01.424-03:00El Tahiel, el canto interior de la Argentina, ahora en formato de libro electrónico y PDF. GRATISEl Tahiel, el canto interior de la Argentina, ahora en formato de libro electrónico y PDF. GRATIS<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy35uEkhQ2ThBnsjdD2lESxiCIbWFeCkigQMW_dCUDpqOpaWrkuJSpsd-nzsb8kSIQQgAt5FZzS766Q8B9PMomI9_66E6WPcNbr1N1Di2AbC2JXpeskqeHq-ka6fgotGKQHAU2wg/s1600/IMG_20200509_164006_575.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1127" data-original-width="902" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy35uEkhQ2ThBnsjdD2lESxiCIbWFeCkigQMW_dCUDpqOpaWrkuJSpsd-nzsb8kSIQQgAt5FZzS766Q8B9PMomI9_66E6WPcNbr1N1Di2AbC2JXpeskqeHq-ka6fgotGKQHAU2wg/s320/IMG_20200509_164006_575.jpg" width="256" /></a></div>
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Un libro es romper el muro que el mundo nos construyó en nuestro silencio y dar paso a que las palabras unan las orillas de todo lo que hemos callado y todo lo que podríamos cantar<br />
El Tahiel, es mi mirada de mi país, pero no sólo de lo que es, también de todo lo que podría llegar a ser si tan solo nos conociéramos.<br />
Creo que hay una manera de liberarnos económica y culturalmente , y esa es sabiendo quienes somos. De qué estamos hechos. Conocer a todos los distintos que nos hacen ser nosotros.<br />
El Tahiel es mi aporte para conseguir nuestra liberación. Por eso junto a la editorial Lengua Madre hemos decidido editarlo en formato de libro electrónico y de PDF, y que llegue a todos y todas. A los que viven lejos y quieren tenerlo, a los que viven cerca y por razones económicas no se hicieron de él.<br />
Para recibir el libro en cualquiera de los dos formatos, escribime por InBox o a pedropatzer@gmail.com indicándome nombre, apellido y una dirección de correo electrónico para que podamos facilitarte los archivos. También pueden solicitarlos a la Editorial Lenguamadre (@edlenguamadre)pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-56564811145220828952020-05-07T06:38:00.000-03:002020-05-07T06:38:09.726-03:00Larga vida a los medios públicos <div dir="ltr" id="docs-internal-guid-dab9539d-7fff-ab87-8463-c730494d7bda" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; white-space: pre-wrap;">Por Pedro Patzer</span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El inolvidable Horacio Ferrer confesó que miraba a Buenos Aires del nido de un gorrión y con eso inauguró una forma poética de contemplar esta ciudad y a sus habitantes. Lamentablemente en estos tiempos, algunos ven el país desde el nido del pajarito virtual, de twitter, y nunca inauguran algo con su mirada, más bien tienden a romper lo construido. Como es el caso del ex funcionario de cultura, que días atrás, desde el mencionado nido virtual confesó estar arrepentido de no haber hecho más para cerrar Télam y la TV Pública. Una frase tan olvidable como su pobrísima gestión. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La carta orgánica de la BBC, el servicio público de radio y televisión del Reino Unido, que el "culto" tuitero que arremete contra los medios públicos nacionales no se atrevería a desdeñar, indica que una de sus misiones es promover el talento británico. ¿Para qué necesita Gran Bretaña tener un sistema de radios y canales de televisión estatales que fomenten las obras de sus creadores? ¿Será acaso que los creadores son los que le recuerdan a un país de qué está hecho?</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Nuestros medios públicos son los que te pueden contar las historias de acá, sin tener que corresponder a los mandatos comerciales, de contenidos y estéticos de los “jefes de allá”. Es decir, podemos contar historias en las que un colombiano no sea narcotraficante, ni una persona del conurbano un pibe chorro. Podemos superar el cliché estigmatizador de turno, y enriquecer nuestra vidas, con las biografías de hombres y mujeres (y disidencias sexuales) , como lo hizo hace años </span><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Historias de la Argentina Secreta</span><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, presentándonos al Doctor Maradona, médico que dejó todo para asistir a los indígenas de la selva Formoseña. O como hoy lo hacen los documentales de </span><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Canal Encuentro</span><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> en los que podemos hallar los otros rostros, los que no corresponden a la “belleza oficial”, pero que sin lugar a dudas representan el alma de la Argentina. No podemos dejar de referirnos a </span><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-style: italic; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Paka Paka</span><span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> que consiguió que nuestros pibes y pibas, volvieran a tratarnos de vos, y se quitaran la tonada y la mirada neutras con las que los canales infantiles internacionales habían construido su niñez. Nuestra Radio Nacional que custodia canciones que no entran en ningún ranking confeccionado por algún influencer que está más pendiente de la cantidad de “like” que del compromiso por lo que difunde. Hay canciones que sólo pasa la radio de bandera, y no es sólo por el valor de recordar a esos artistas, es también por comprender que las canciones son documentos, muchas veces manuales de historia que duran tres minutos. Lo escucho a Héctor Larrea hablar de los tangos creados por Homero Manzi o a Marcelo Simón explicar las huellas indias en las canciones argentinas y siento que un libro sonoro se apodera del aire.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La agencia de noticias oficial, Télam, ha difundido obras de artistas argentinos como nadie y también los pensamientos de científicos, políticos, intelectuales que muy pocas veces son tenidos en cuenta por otros medios. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Los medios públicos son una oportunidad para la otra ficción, la otra investigación, la otra música, la otra palabra, la otra historia. Esas otras cosas, que paradójicamente nos hacen ser más nosotros y nosotras, y que retratan a las diversas argentinas latentes. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Larga vida a los medios públicos que tanto enojo despiertan en los señores que desde el nido virtual no consiguen comprender la naturaleza de su propio país. </span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pedro Patzer</span></div>
<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-24169655301825184472020-03-30T16:19:00.003-03:002020-03-30T16:19:24.494-03:00El Padre Ignacio, el milagro de la esperanza entre los desesperados<div dir="ltr" id="docs-internal-guid-6763c844-7fff-997f-665f-becfbb03605e" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Por Pedro Patzer</span></div>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El obispo que tomaba té, junto a laicos que le negaban al padre Ignacio los fondos que él mismo había recolectado para su parroquia, lo empujó a pensar en su padre que trabajaba todo el día en la plantación de té, en Sri Lanka, por un salario tan bajo que no llegaba a cubrir las necesidades básicas de una familia con cinco hijos. "El camino del té, se parece al de la vida", reflexionó el padre Ignacio Peries Kurukulasuriya, que desde el primer momento en que lo vio, supo que el obispo bebedor de té carecía de la auténtica sed. Aquel encuentro del prelado con el sacerdote de Sri Lanka, sirvió para que el funcionario eclesiástico le dejara en claro que no le gustaban los hombres de barba. Ignacio comprendió que ese Obispo, queriendo denigrar a los militantes políticos, terminaba por despreciar a Jesucristo, el barbado más importante de la historia. Y que los burócratas de fe siempre se sienten incómodos ante los Cristos.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Argentina estaba en el final de la dictadura genocida y a poco del comienzo de la guerra de Malvinas, Ignacio apenas farfullaba español. En su país natal, ex Ceilán, una isla de Asia tan cercana a la India que la llaman "lágrima de la India", se hablan dos idiomas, más el inglés que el conquistador dejó junto al té (y la explotación de los que lo cultivan). De modo que aprender el idioma de los argentinos, en medio del campo de batalla, no fue sencillo. Aunque algo parecido le sucedió con el catolicismo. Su país es multirreligioso: conviven el budismo, el hinduismo, el islam y minoritariamente el cristianismo. Es decir, el Padre Ignacio siempre supo esto de ser minoría, eso de “hablar en otro idioma”. Ignacio fue ordenado sacerdote el 29 de julio de 1979 en el Reino Unido, en la orden "Cruzada del Espíritu Santo". Ese mismo año fue trasladado a la Argentina. Llegó a Rosario, luego de hacer una breve morada en Tancacha, un pequeño pueblo de Córdoba. El Obispo lo aceptó en la ciudad santafesina, ya que al ser extranjero se evitaba la presencia de un cura tercermundista. Sin embargo, este misionero de ojos tan negros como el café tenía la misma vocación: el socorro de los pobres, la justicia social. Los laicos de familias acomodadas no vieron con buenos ojos la llegada del cura moreno y barbado, sin embargo su tarea en los barrios más humildes y su vocación por unir comenzó a dar frutos entre la juventud rosarina que, sin distinción de clases (tanto los del Parque Field, zona residencial, como los del Barrio Rucci, zona más humilde) se unió a su obra y fue pilar en la construcción del centro de salud, escuela y parroquias que a fuerza de "polladas", asado de pollo para miles, les permitía reunir fondos. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cuando la hiperinflación de 1989 empujó a Rosario al estallido social con muertos, heridos y detenidos, el Padre Ignacio socorrió a los hambrientos, les dio albergue a los que habían quedado en la calle, su voz comenzó a pronunciar todos los alaridos de los postergados. A partir de ese momento el Padre Ignacio se volvió una persona fundamental en Rosario. Su tarea social lo hermanó con el pueblo, asistió a cientos de familias empobrecidas, organizó la creación de huertas comunitarias y se puso al hombro la tarea de reubicar a miles de hombres y mujeres que se habían quedado sin trabajo. Pero además de este papel social que Ignacio adoptó, comenzó a suceder algo que jamás había ocurrido: se comenzó a correr la voz de que el cura Ignacio podía sanar a los enfermos. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"Hay cosas que puedo percibir... puedo darme cuenta si se trata de un dolor físico, psíquico o espiritual. Mi vocación es despertar la fe para que a través de ella la persona encuentre la solución que necesita. La sanación depende mucho de la fe, pero cuando quien llega a mi viene con humildad y me dice «Padre, soy ateo, no creo, no pertenezco a la Iglesia», yo sé que él también puede sanar, porque de alguna forma pide o cree que existe algo más allá de lo humano". (Entrevista Diario La Capital)</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Una leyenda indica que en Sri Lanka persiste un diente de Buda, de hecho construyeron un templo donde lo exhiben; también se dice que en la tierra del padre Ignacio está el tallo del Árbol de Bodhi, bajo el cual Buda alcanzó la iluminación. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Otra leyenda sostiene que Adán y Eva vivieron en esa isla, en los años de su exilio, tras la expulsión del Paraíso. Tan es así que se asegura que allí, en lo alto de un monte, fueron enterrados juntos. El Padre Ignacio es hijo de una isla (con todo lo que ello significa), más pequeña que la provincia de Formosa, en la que conviven la leyenda con la religión, donde las enseñanzas de Buda, el Corán y La Biblia son protagonistas. Una tierra donde lo sagrado y lo real se mezclan sin solución de continuidad, donde la pelea por sobrevivir en un mundo desigual apela a lo divino y a la historia de la supervivencia humana. Recordemos que la ex Ceilán consiguió su independencia del Imperio Británico recién en 1948, después de padecer la conquista por parte de Portugal y los Países Bajos en el siglo XVI, antes de que el control de todo el país fuera cedido a los británicos en 1815. Es decir: Ignacio nació en una tierra donde la cultura espiritual está a flor de piel, pero también la explotación y el sufrimiento del pueblo que padeció, por siglos, regímenes coloniales.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"Me pasaron varias cosas con los enfermos de mi pueblo. Cuando tenía doce años, el párroco me invitó a visitar a los enfermos y cuando yo los tocaba me decían "padre, padre". La primera vez fue con una viejita ciega que nos conocía de toda la vida, pero cuando yo la toqué me dijo "padre". Le respondí: "No, no soy el padre", pero ella me contestó: "Tu mano tiene calor sacerdotal". Yo me asusté y no quise volver. Pero un año más tarde me pasó lo mismo con otro señor que estaba medio ciego. Otra vez, lo toqué y dijo "padre". Esta vez el párroco estaba conmigo y le dije que el padre estaba allí, que yo sólo era un amigo. El viejito me dijo: "Tu mano tienen calor sacerdotal". Entonces el cura fue muy bueno y me explicó que tal vez Dios tenía una vocación para mí y que podría ser el sacerdocio." (Entrevista Diario La Capital)</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Esta unión entre lo divino y la lucha humana es un fiel retrato de Ignacio, que ha trabajado años en los barrios más humildes de Rosario, conteniendo la pobreza y la indigencia, transformándose así en un puente entre la lucha por el pan y la conquista del cielo. Hombres y mujeres de todas las edades, de diversas regiones del país, y hasta extranjeros, se acercan a la parroquia Natividad del Señor para que el Padre Ignacio los sane. Hay sendos testimonios de pacientes de cáncer y de otras enfermedades que sanaron con la intervención del Padre Ignacio. Como también de mujeres que no podían tener hijos, y que luego de tener el encuentro con el Padre fueron madres. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"Yo nunca curé a nadie, quien sana es Dios y la fuerza de la fe del enfermo. El que cura es Dios. Yo invoco la gracia y luego la fe de la persona interviene. Es como dijo Jesús: "Tu fe te salva". Yo nunca dije que soy sanador, nunca".</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Pero el padre Ignacio Peries Kurukulasuriya jamás ha puesto en alquiler su don, su entrega es total y desinteresada, y hasta muchas veces ha tenido que echar a algún fariseo del templo: “¡Hay una persona que no sé por qué está aquí, que no cree en esto! ¡Quiero que se retire, por favor, si no quiere que la vaya a buscar y la saque!”. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Casi trescientas mil personas asisten a su misa en Pascua. Su figura se ha vuelto la más importante de Rosario, sin embargo el cura de Sri Lanka sigue en su parroquia del barrio Rucci dándole todos los días esperanzas a los desesperados, convidando paz a corazones que han sido educados para la guerra del mundo.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.2; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">"Yo soy uno más, como los demás. Cada uno tiene sus dones y a mí Dios me eligió para esto, no fui yo quien lo decidió. Estoy agradecido pero también sé que tengo una gran responsabilidad y me preocupa la expectativa que tiene la gente. Siempre aprendí a caminar en la tierra, no a volar en el cielo. Hay que tener en claro que no soy un ángel, ni un dios, ni un extraterrestre: soy un ser humano más"</span></div>
<br /><br />pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-38458947976875353342020-03-19T09:01:00.003-03:002020-03-19T09:01:32.658-03:00Recordar lo esencial<br />
por Pedro Patzer<br />
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En estos días en los que el mundo debe parar, la vida, en estado puro, se pone en movimiento y nos exige recordar lo esencial<br />
1<br />
“La ópera es un hombre apuñalado que en vez de morir, canta. El rap es un hombre apuñalado que en vez morir, habla” Así le explica un viejo cantante de ópera a un joven cantante de rap, acerca de la naturaleza de ambos géneros, en la película Cuatro notas de amor. Y agrega: “La ópera en sus comienzos era popular , luego la tomaron los ricos y la llenaron de ropa cara y teatros exclusivos”<br />
En su reflexión, el viejo cantante de ópera, intenta recordar lo esencial. El origen, el motivo por el que la humanidad creó la ópera.<br />
2<br />
Margarita Monges, poeta pampena y compañera del poeta Edgar Morisoli, tenía Alzheimer. Por lo que al finalizar el día olvidaba todo lo que hora antes había vivido. Al ver ésto, Edgar le obsequió a Margarita un cuaderno para que anotara todas las cosas del día, que al llegar la noche quisiera recordar De esta situación, Morisoli hizo un poema: "Escucha al benteveo y de inmediato escribe: "Hoy canta el benteveo"./Llega el hijo o come una naranja, y apunta en su cuaderno:"Vino Juan Pablo, hermoso","Me comí una naranja". Ni a traición, ni dormida le ganará el olvido la pulseada/ a esta frágil mujer casi invencible/Cuántos cuadernos van? - Yo ya perdí la cuenta, y no tiene importancia. Ella resiste y anota, con premura, burlando sabiamente la zancadilla de la desmemoria, gambeteando al vacío./Una escritura simultánea a los hechos, sin dejar ni un resquicio/ vulnerable al olvido. La vida no se entrega, lucha a brazo partido y a corazón entero"<br />
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3<br />
José Luis Serrano es un reconocido artista cordobés, que desde hace décadas interpreta a Doña Jovita, anciana de Traslasierra, que con humor convida sabiduría. Jovita se ha vuelto un emblema de la defensa del bosque, la sierra y el río, tanto que en algunas ocasiones ha despertado la indignación de algunos canallas que defienden los peores intereses que atentan contra la naturaleza. Serrano, su creador, reconoció haber padecido ataques de pánico y aseguró que pudo vencerlos gracias algo fundamental: recordar lo esencial. Y entre tantos recuerdos esenciales que lo sanaron, contó uno. Llegar al río y hundir los pies en el barro.<br />
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4<br />
Lorenzo, carnicero de San Cristóbal, es paraguayo. Confiesa que él sabe guaraní, pero que aprendió, como toda su generación, un guaraní contaminado por el español. Hace unos días visitó Paraguay y se llevó una sorpresa, los chicos están aprendiendo el guaraní puro. Por lo que en estos tiempos los hijos le enseñan a los padres a hablar como los antiguos. Es decir, la juventud le enseña a los más viejos, los secretos de los mayores.<br />
5<br />
Joaco Stefanizzi nació con seis meses, 780 gramos de peso y un 30% de posibilidades de vida, tanto es así que en la sala de parto el médico le advirtió a Mauro, su padre, sobre la posibilidad de que viviera sólo unos segundos y que tuviera pocas chances de sobrevida.<br />
Antes de cumplir un mes, Joaco fue sometido a nueve operaciones. Después de meses de permanecer internado en terapia intensiva pediátrica, pudo ir a su casa bajo un régimen de internación domiciliaria, aunque el daño neurológico y respiratorio sufrido hizo que dependiera de la electricidad para sobrellevar sus días conectado a un concentrador de oxígeno, a un monitor multiparamétrico y a un respirador artificial. Su mamá y su papá tomaron conciencia de la importancia de la energía eléctrica como soporte vital y emprendieron un camino de lucha hasta fundar la Asociación Argentina de Electrodependientes, que en menos de un año consiguió la sanción de la ley 27.351, que establece la creación de un registro nacional para lograr la gratuidad del servicio para los hogares con electrodependiente y la obligación de suministrar un generador para cuando se cortara la luz. <br />
En 2019, Mauro convirtió en un libro la historia de su hijo, bajo el título "Joaco nos conecta". En él narra las dificultades que han atravesado con, Mayra, su compañera, para mantener a Joaco con vida, sin embargo, ellos siempre han remarcado que la llegada de su hijo fue lo mejor que les pasó.<br />
Joaco murió el domingo 15 de marzo de 2020, a los seis años. En medio de esa dolorosa circunstancia, su padre nos legó una profunda reflexión: “Ahora veré a Joaco en cada uno de los electrodependientes…" y agregó: “Vuela alto Joaco. Que adonde sea que vayas, sea sin dolor y sufrimiento...”<br />
Cuando los contadores de cadáveres, cuando los especuladores del vivir, cuando los empleados de la peste nos alquilen su "realidad", tengamos presentes a Joaco y a sus padres, y recordemos lo esencial<br />
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<br />pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-56399995367245441832020-02-18T10:31:00.003-03:002020-02-18T10:31:29.604-03:00Cuando la vida de los wichís sea noticia<br />
Por Pedro Patzer<br />
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La mayoría de los argentinos sólo conoce la existencia del pueblo wichí, por la muerte por desnutrición de sus niños. Traídos de París por la cigüeña, creídos hijos de los barcos, europeos viviendo una experiencia latinoamericana, jugando a ser vaqueros a la caza de Sioux, el mapa cultural del mundo se le instaló con esa mirada: Civilización y barbarie. Que lo único que hizo fue hacer crecer la ignorancia. Hacer invisibles a los "bárbaros". El insulto preferido de la clase media argentina, "negro", es el producto de una pedagogía construida por los hijos culturales de los intelectuales que se emocionan cuando recuerdan su primera vez en París , pero se mueren sin conocer Chaco ( la región) no sólo físicamente, sino también su cultura, su identidad y sus problemáticas.<br />
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"Un monte devastado lleno de botellas y bidones de plástico, poblado de pañales descartables, con la gente que durante milenios conoció la nutrición del monte, ahora consumiendo refinados es la solución? ¿Es el paliativo?¿Gente de buena voluntad que se traslada por unas semanas a las zonas indígenas a brindar ayuda y a vivir la experiencia y deja una huella poblada de ausencia?. En tanto, los argentinos urbanos nos compadecemos, nos conmovemos y seguimos sin conocer nada más que los superficiales informes de desnutricion y muerte.” Este pensamiento es de la antropóloga y artista indigenista Silvia Barrios, que consagró su vida a recuperar las manifestaciones culturales de los wichís. Su reflexión nos invita a sacarle la careta a la agenda de noticias y de la cultura de una sociedad que actúa como si fuera una delegación de los cascos azules y se acerca a la problemática indígena, sólo cuando se desata la tragedia. Mas no trabaja para incorporarlos a la mirada cultural cotidiana de la nación . De modo que los wichís son datos eclécticos, postales exóticas, sermones de guías de museos describiendo una momia. La cultura argentina debe dejar de mirar a nuestros pueblos originarios como el paleontólogo escruta los fósiles de dinosaurios, y promover acciones para integrarlos. Porque los canales de noticias nos informan cómo mueren los wichís, pero nunca retratan cómo viven. Pareciera que nuestra sociedad en una hipocresía sin límites solo se acerca a estos indígenas ante la muerte. Se relacionan con ellos cuando mueren.<br />
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Silvia Barrios manifiesta, que se debe promover una integración comprenda la complejidad de su cultura. Y es cierto, no podemos seguir con las aspirinas culturales. No es la (única) solución llevarle bolsones de arroz y fideos y medicinas, la auténtica solución es dejar de hacer de su monte un desierto, y de su río un cementerio de agua. En sus árboles y en su monte estaban sus alimentos y sus medicinas, sus plantas sanadoras, en su río latía la fuente de su existencia. En la tv y en los diversos portales denuncian que mueren los wichís, mas.no dicen que somos los fanáticos del dios consumo, y de la cultura unilateral, sus verdugos.<br />
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Un río no es sólo es lo que wikipedia dice que es un río. Un río es un Dios para el wichí, un dador del sustento y de la medicina natural. Si por los agrotóxicos se envenena el río, matamos a Achaj, entre los wichís , el Padre de los Peces. un Dios, que ha alimentado por siglos a esa comunidad.<br />
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Cada vez que derribamos un árbol, matamos, también un Dios, pero también un proveedor de alimentos y de remedios, con los que por siglos los wichís, se alimentaron y se curaron. Potsejalai. Deidad wichi que propicia el desarrollo de los frutos silvestres. Tapiatsol. en su mitología es el que enseñó a plantar semillas de melón, sandía, porotos y otras especies cultivables que recuperó después del diluvio. Estos dioses, esta cultura, esta pedagogía en forma de dioses, muere cada vez que el desmonte avanza.<br />
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Silvia Barrios, agrega: "El único camino es que esta ola verde, la conciencia ambiental que crece en el corazón de los nuevos guerreros que se saben hijos de la Tierra, difunda, exija y presione a los que toman las decisiones para ejecutar medidas estructurales desde un verdadero conocimiento y con la participación de los pueblos indígenas, ejerciendo además el control sobre las millonarias sumas (y sus responsables) que se asignan al tema y que no se sabe a dónde van"<br />
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Cuando transcurran semanas y la noticia de la muerte de los niños wichís pase de moda, la gente de bien deberá trabajar para denunciar que su monte, su río y sus dioses se ven acechados por los depredadores que tiene cómplices que creen que cambiando de canal, los problemas se terminan y los wichís vuelven a ser invisibles.pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-31692966444766690712020-02-13T08:32:00.003-03:002020-02-13T08:32:30.638-03:00La máquina de la gente que habla sola<br />
por Pedro Patzer<br />
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Fueron muchos siglos de hombres y mujeres considerados locos por hablar solos. No me refiero únicamente a los años de los Hamlet y de los Julio César, lanzando monólogos shakesperianos sin que nadie les respondiera, o quizás sólo sus fantasmas, como les sucede a los otros que hablan solos. También considero a las generaciones de presos en calabozos dialogando con la luna cautiva, de afiebradas muchachas en conventos susurrando al oído de los amantes imaginarios, de Galileo anunciando para sí mismo: “E pur si muove”; de San Francisco de Asís hablando con los pájaros, de Dorrego, segundos antes de que el pelotón de fusilamiento ejecutase una de las máximas atrocidades de la historia argentina, perdiendo a viva voz su última discusión con Dios, ese que Lavalle no llegaba a ver, ni a escuchar, desde la distancia que separa a un verdugo de un condenado. Hasta el náufrago en la isla intercambiando ideas con las palmeras y el hijo de un Dios en la cruz exclamando:”Perdonalos Padre, no saben lo que hacen”<br />
Luego de tantos siglos de soledad, unos locos quisieron hacer justicia, se subieron a la azotea del mundo y le dieron a los incomprendidos la máxima invención: la máquina de los que hablan solos, la radio! Y no sólo dejaban de ser locos los que hablaban solos, también dejaron de serlo aquellos que escuchaban voces, cuando nadie se detenía a hablarles! A partir de ese momento el mundo se llenó de cuerdos que hablaban solos frente a un micrófono, y de otros cuerdos que hacían lo propio frente al aparato de radio. Así se iniciaron milagros de radio, desde el burrero que vivía con la radio pegada a la oreja, al paciente que en la cama de hospital se despedía de la vida, con un rosario y una radio en sus manos. De camioneros que ya no le tuvieron que temer a lo que calla la noche en los caminos, a pobladores de comarcas aisladas que comenzaron a comunicarse: “La señora Orfelina Marín de 55 años, hija de Celestino Marín y Rudecinda Peralta busca a sus hermanos (Aurora, Anastasio, Carlos Segundo, Rudecinda Esther, Raúl, Alicia Haydée y Mario) a quienes no ve desde los 11 años, momento en que marchó a Buenos Aires con la familia Canossa” (21 de diciembre de 1995, recopila el libro: “Mensaje al poblador rural” de Jorge Piccini). Milagros de radio como los de hacer reír a un país en épocas en la que la felicidad estaba prohibida, o hacer imaginar a una nación cuando el ejército de la literalidad invadía los ministerios , las escuelas y los corazones.<br />
Una radio apagada, es como un libro cerrado, como una habitación vacía, luego de muchas noches de amor. Porque una radio encendida es la vida y el canto, como bien nos enseñó Antonio Carrizo, el San Martín de la radio argentina,<br />
Como el español es uno de los pocos idiomas que posee el plural de la palabra soledad, “soledades”; la radio del mismo modo, es el único medio que consigue hacer que la gente comparta su singular soledad, hasta transformarla en la gran compañía de muchos.pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-59255411710791335362020-01-14T09:26:00.003-03:002020-01-14T09:26:33.039-03:00La camisa a cuadros del hombre que acaban de detener, la compró su hijo con el primer sueldo. por Pedro Patzer<br />
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La camisa a cuadros del hombre que acaban de detener, la compró su hijo con el primer sueldo. La eligió de ese color para que hiciera juego con sus ojos. Hace tres años que su padre está desempleado, desde que cerró la fábrica de zapatos en la que trabajó por más de dos décadas. Las manos de los oficiales que imprudentemente tocan la camisa ignoran que su hijo la adquirió para que él la luciera en las entrevistas laborales. Las manos de uno de los dos oficiales que sostienen al detenido, algunas veces han rasgado una guitarra, aunque de tanto insistir con los entrenamientos policiales, la música se volvió algo más difícil de palpar. Dentro del patrullero la camisa parece perder el color, y el esposado, un desconocido. Los transeúntes miran como se mira a un delincuente. Un destello de sol se posa sobre su rostro, una madre pasea a su bebé, los camiones siguen trasladando las vacas al matadero, en algún mar un cantante pasado de moda canta boleros en un crucero. Los relojes continúan con sus preguntas, los trenes siempre yendo a los mismos lugares, pero el detenido sabe que los relojes en ese momento dan otra hora, y que todos los trenes del mundo, en ese instante, están yendo hacia otra parte. Y que él no es un hombre en un patrullero, que es Alfredo padeciendo, tal vez, el peor momento de su vida. Un niño se acerca a la ventanilla y lo mira, Alfredo se da cuenta de que toda esta tragedia comenzó en el momento en que le hurtaron esa mirada que una vez tuvo. Los teólogos discuten sobre la diferencia entre el querubín y el serafín; los ornitólogos sobre el ave que más trina; los que se dicen especialistas en “seguridad”, en sus simposios distinguen al hurto del robo, sostienen que tanto el robo como el hurto implican el hecho de apoderarse de un bien ajeno, pero la diferencia estriba en que en el robo hay violencia. La escuela, la familia, alguna novia, los amigos, también, le quitaron sin violencia esa mirada libre. O tal vez se deba discutir más sobre qué es la violencia. Cuánto muros se construyen sobre lo que verdaderamente importa, quiso pensar en ese momento Alfredo. Se da cuenta de que la voz que sale del handy del policía parece la del relator de fútbol de una radio barrial. No es una voz severa, pero tampoco es una voz que haga lucir un padrenuestro. Alfredo había elegido esa mañana la camisa, porque sintió vergüenza de que su mujer lo viera otra mañana en su casa, por lo que le dijo que tenía una entrevista de trabajo. Ya en la calle, las cosas se dieron como la mentira suele desatar sus pequeñas guerras. Cae la noche y las luces del patrullero tienen algo de encantador, algo de Navidad, qué culpa tienen las luces que las hayan confinado a un auto que traslada detenidos.<br />
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pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-25434143972094550842019-11-29T05:33:00.000-03:002019-11-29T05:33:04.061-03:00Breve historia de los que miran<div dir="ltr" id="docs-internal-guid-26536214-7fff-44f9-0ebc-a4adf79924b2" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
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<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">por Pedro Patzer</span></div>
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<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El poeta Miguel Hernández había logrado mirar el alma de la vida, de una manera tan libre, que al morir no pudieron cerrarle los ojos. Y eso que falleció en prisión.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Los videntes griegos, los que conseguían vislumbrar el destino de su pueblo, paradójicamente, eran ciegos. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Una creencia del siglo XIX, en Francia, indicaba que sólo los ciegos lograban afinar impecablemente un piano. Decían que conseguían alcanzar cierto color secreto de la música. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">El ciego Borges recordaba que Demócrito de Adbera, se había arrancado los ojos para pensar, de manera que no estorbara en sus meditaciones la contemplación del mundo externo.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En Chile, los propagadores de la oscuridad les dispararon a los ojos de cientos de personas. Estos criminales ignoran que los que sólo ven, tiene su canto solitario encerrado en una jaula, sin embargo, los que miran comparten sus cantos en el bosque de la historia.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 11pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Los que mañana vengan cantando, jamás dejarán de entonar aquellas miradas de un mundo mejor. </span></div>
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<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
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pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-90523505430613923722019-11-11T13:05:00.002-03:002019-11-11T13:05:37.873-03:00Quieren desindiar a LatinoaméricaQuieren desindiar a Latinoamérica. Desde hace más de cinco siglos ese ha sido el gran objetivo. Porque el indio y la india buscan un destino sagrado, cercano a la Pacha, que los hace mirar la vida desde otro tiempo y espacio. Y los ladrones del espacio y el tiempo, los que necesitan reducir a la gente a meros consumidores, no pueden permitirse que sobre la tierra seres libres, que andan buscando su Tahiel, su canto sagrado, demuestren que son apenas las cosas se necesitan, que la mayoría de las cosas que se compran y se venden, son veneno, alimento balanceado para los esclavos de los días ajenos, hijos de las contraseñas y las fronteras, del creer por miedo, del estudiar por miedo, del cumplir con el excel de la vida por miedo. Lo indio es peligroso, porque su poder radica en estar como el río, como la montaña, como el cóndor. Por eso quieren desindiar a Latinoamérica, por eso quieren frenar el viento en las antiguas y vencidas banderas. Por lo que lo primero que hicieron los que llevaron adelante el golpe de Estado contra Evo Morales, y contra el pueblo boliviano, fue quemar La Whipala, el símbolo de Igualdad y Unidad en la diversidad, que Evo había reconocido como símbolo del Estado Boliviano.<br />
Escuelas y juzgados que desindian, museos y críticos de arte que desindian, publicidades y modas que desindian, alimentos y hambrunas que desindian, políticas y apolíticas que desindian, oeneges y sociedades anónimas que desindian, alambrados y ministerios que desindian, universidades y películas que desindian, canciones y silencios que desindian, danzas y quietudes que desindian, bellezas y fealdades que desindian, intelectuales e ignorantes que desindian, artistas y oficinistas que desindian, arquitecturas y baldíos que desindian, televisores y celulares que desindian.<br />
Si verdaderamente queremos defender la libertad de nuestros pueblos tenemos que ocuparnos de interpretar todos los idiomas, todos los gestos, todos los cantos escondidos debajo de tanta arquitectura, de tantas definiciones, de tanto ropaje que no nos han permitido conocer nuestra verdadera desnudez. El alma desnuda de todos los otros y las otras que nos hacen ser nosotros.<br />
Quieren desindiar a Latinoamérica<br />
Por Pedro Patzerpedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-16521433067956696112019-10-20T10:26:00.001-03:002019-10-20T10:26:39.280-03:00El Arrorró de los olvidados Por Pedro Patzer<br />
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El canoero sabe que en la solitaria tarde del río, el viejo fantasma del lugar se sentará un rato en el borde de la embarcación. Él ni siquiera se volverá al aparecido, ambos coinciden que su presencia está hecha de todo el silencio de tantas ausencias. Más vale no despertar la música de los ausentes, pues el costero hace años lo acuna en su garganta. Un Arrorró que solo se canta calladamente, un Arrorró que a veces se llora, otras se reza, a veces se traduce en acordeona, otras se hace inundación. El Arrorró de los inundados que lloran por las fotografías que el río se llevó para siempre. Colores de madres, de padres, colores que se fueron al barro del olvido, como otra metáfora que teje río de los olvidados. Como los mocovíes y los Cayastá de la zona, que perdieron su lengua, por años los obligaron a callar, hablar en indio era condenarse a ser invisibles. Un Arrorró que se parece a las redes de los pescadores, a las islas sin nombre, al canto del pájaro que nadie puede comprar, ni ponerle nombre, ni apresar su cielo en una jaula.<br />
Los señores de la universidad hablaron del Tigris y el Eufrates, del Nilo y del Sena, pero jamás nombran al río con nombre indio. Los señores le temen a esos ríos cercanos , pero muy lejanos a las cosas que les dan seguridad y comodidad. Por eso prefieren dar conferencias de palabras de mármol , hacer libros que bostezan, pero jamás aceptar que es el arrorró de los olvidados, el que puede contar y cantar como pocos el alma de los costeros<br />
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Pedro Patzer, octubre 2019pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-65000773503466686252019-07-17T06:28:00.003-03:002019-07-17T06:28:52.073-03:00Buscar Juntos<div dir="ltr" id="docs-internal-guid-2f080933-7fff-7cbe-885e-abf53d405e28" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-weight: 700; white-space: pre-wrap;">por Pedro Patzer</span></div>
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<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cierta vez un viejo entrenador de fútbol contó la historia de Marcelo, un jugador que era el crack del potrero de Villa Soldati, pero cuando lo hicieron jugar profesionalmente no rendía, se perdía en la cancha, hasta por momentos daba la impresión de que se aburría. Luego de unos cuantos partidos de mal desempeño, el entrenador decidió conversar con Marcelo. Le dijo que él mismo lo había visto jugar en el potrero, hacer gambetas preciosas, goles estupendos, ir a buscar cada pelota con una sonrisa. Le manifestó que estaba confundido, en este equipo le pagaban, se podía hacer famoso, hasta aspirar a jugar en la selección. Marcelo lo escuchó callado. Hasta que dijo: “Es muy difícil jugar sin amigos”</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Las palabras han caído bajo el dominio de academias reales o de los memes virtuales, tanto es así que un vocablo como “competencia” hoy se utiliza para inspirar a implacables depredadores, ya que lo han vaciado de su sabio significado. “Competir” proviene del latín “competire” que significa: “buscar juntos”; pero no perseguir juntos el tesoro que arruina al mundo, sino buscar juntos respuestas en lo que hacemos, juntos hallar el placer de construir colectivamente. Marcelo buscaba en el potrero con sus amigos algo que el fútbol profesional no le proporcionaba. Riquelme, siempre habla de jugar a la pelota; la diferencia de jugar a la pelota y de jugar al fútbol, es abismal. Tanto como la diferencia entre amigo y conocido. Las redes sociales han banalizado la palabra amigo, Facebook le da esta denominación a los contactos. De hecho, el habla popular ha incorporado el decir “amigo”, a cualquiera, del mismo modo que se dice “maestro”, “jefe”, “genio”, etcétera. Hay quien llama “amigo” o “amiga” a una relación amorosa sin compromiso.¿Será acaso que la amistad pasó de moda, al volverse, justamente, una moda pasajera?</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.7999999999999998; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 12pt; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Cada vez que llega “El día del amigo”, y los bares y pizzerías se colman. Pienso si toda esa gente que despilfarra dinero ese día, está dispuesta a acompañar a su amigo o amiga a sus orillas humanas, a sus paisajes más secretos, a sus canciones más calladas. Sinceramente no lo creo. Pero yo desmiento al dicho de que los amigos se cuentan con los dedos una mano. Los amigos tienen la edad de las lágrimas, de las risas serias, de los nacimientos y las muertes, de las derrotas y de las verdaderas victorias, las humanas. </span></div>
<br /><br />pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18492908.post-77783350042178616532019-07-03T08:29:00.001-03:002019-07-03T08:29:15.780-03:00"El Tahiel, el canto interior de la Argentina", un libro de Pedro Patzer<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px;">
"El Tahiel, el canto interior de la Argentina", un libro de Pedro Patzer. Una mirada sobre las culturas de las diversas argentinas. Una obra que llama al Nunca Más a la cultura oficial que le diera la espalda a las otras maneras del ser argentino.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Santos Guayama, el gaucho que murió nueve veces. La gesta del pueblo ypefiano. La cultura de la sudestada y del Kerruf Mapú, el país de los hijos del pampero. El Gauchito Gil , y los santos de los que comen fideos en Pippo. El diablo pagano del carnaval y el Papa de los pobres del mundo. Pachamama por la identidad y Felisa, la anciana elegida como Pachamama en Amaicha del Valle. Mercedes Sosa, río de identidad y belleza y Charly García y la herida Argentina. Antonio Berni y el color humano y la cumbia santafesina.<br />El cóndor viejo que para morir alcanza lo más alto y se lanza al vacío y el Tahiel, el canto sagrado que los mapuches persiguen toda su vida para alcanzar su libertad.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
"El Tahiel, el canto interior de la Argentina" un libro de Pedro Patzer, que plantea que no dejaremos de engendrar crisis hasta que resolvamos la madre de todas las crisis: la crisis de identidad. Un libro que nos recuerda que no estamos solos.</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
Adquirirlo en Mercado Libre:<br />hhttps//articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-793435964-el-tahiel-el-canto-interior-de-la-argentina-pedro-patzer-_JM</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
o llamando a LENGUAMADRE: 1165638696<br />o escribiendo a pedropatzer@gmail.com</div>
<div style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; margin-top: 6px;">
PedroPatzer <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/patzer?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Patzer</span></span></a> <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/libro?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Libro</span></span></a> <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/literatura?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Literatura</span></span></a> <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/cultura?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Cultura</span></span></a> <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/historia?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Historia</span></span></a> <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/argentina?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Argentina</span></span></a><a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/musica?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Musica</span></span></a> <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/poesia?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Poesia</span></span></a> <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/tierra?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Tierra</span></span></a> <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/lenguamadre?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;"><span aria-label="hashtag" class="_58cl _5afz" style="color: #365899; font-family: inherit; unicode-bidi: isolate;">#</span><span class="_58cm" style="font-family: inherit;">Lenguamadre</span></span></a> <a class="_58cn" data-ft="{"type":104,"tn":"*N"}" href="https://www.facebook.com/hashtag/editorial?source=feed_text&epa=HASHTAG&__xts__%5B0%5D=68.ARAvNPKVG9THPqt88ABQH247Kkd1AlQEKiz-RjO7D_FVL3TfxdzEvz0nzP1stLYJvy_jR9uBuO0Ov8PikJYM2oH3j1e1fXrNMF-a5KMCM7YZhf8UHO-IR9XPrbKN_v0Q240Hyh-lPiXO35obb6JCIwsjzKXBIrlZRfP6CRPJCGlNALJw01OrZwQloJtgWmL1mJbczpcma0dNv3jVjbTE4luhro4Afl74GPirRylu-qITkqxhULJxwqScp0NQIRCc8pfT5ZQmzF3QjJVXV_EKV0_-r1IE4_ZpbRgpeauztLB-q6pEJboSSEps6wVfkXlyHUf8uVubswBEeIzWq5BsC-duBfdD&__tn__=%2ANK-R" style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit; text-decoration-line: none;"><span class="_5afx" style="direction: ltr; 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pedro patzerhttp://www.blogger.com/profile/05137441695243773216noreply@blogger.com0