11/26/2006

SUDESTADA

Muchas veces intenté escribir algún texto sobre la sudestada, siendo oriundo de Quilmes, y habiendo padecido esa etapa en que el Río de la Plata, llena de tristeza las casuchas de los indigentes que viven en las orillas. Confieso que los movimientos de los árboles, bajo el azote insistente de la sudestada es uno de los principales referentes de mi melancolía. Sin embargo, jamás pude sentarme o pararme o escribir algo sobre ella. ¿Qué pasa que a veces las palabras no nos dejan? ¿Por qué nos toman por rehenes de un algo que es indecible para nuestro espíritu, que está aprisionado en la gramática de lo profundo, y que no puede lanzar el alarido que diga todo aquello que hace falta? Hombres en botes, cajas de arroz y frazadas, las sirenas de los bomberos que anuncian la inundación sirenas que a nadie encantan, aunque varios Ulises padecen la odisea de llegar a casa, sin que Penélope teja, sino que le rece a la vírgen de la sudestada, para que el viento deje de jugar con la catástrofe y se rinde con su destino inevitable: la nostalgia.
Pedro Patzer

11/18/2006

EL TEMOR AL ABRAZO


Ah de la vida y nadie responde...sigue murmurando Quevedo, desde esa eternidad de oro en la que puebla libros de Kapelusz, empolvados por las tardes de Parque Rivadavia. Ah de la vida, mi querido poeta barroco, en que la gente está lastimada de abrazos, como Vallejo cantaba desde su dolor.
Es curioso, pero en esta época de tanta revolución en la comunciación, el abrazo se ha tornado como un hecho dificil de concretar. ¿Qué pasará por la cabeza de la gente? Y claro, todo el día los medios están dale que va con tanta mierda, que terminan pensando de esa manera. Las conversaciones se han vuelto una especie de zapping, el contenido de ellas, cada vez más fútil, de hecho, se hace dificil hallar gente con la que conversar sin tener que pasar por la agenda mediática. Esto no quiere decir que la gente no tengas valiosas que decir, sabemos que siempre hay algo en la gente que está lleno de misterio, sin embargo, la mayoría hace todo tipo de esfuerzos para disimularlo.

Yo me quedo leyendo a Quevedo, preguntándole a la vida si que nadie responda.

Pedro Patzer
18 de Noviembre de 2006

11/11/2006

ser lo que perdimos


Magritte nos ha enseñado a ser lo que perdimos

¿quién nos enseñará a ser lo que que hallamos?


Pedro Patzer

11/07/2006

LOS MARTIRES DE MI INSOMNIO



Mi insomnio no suele perdonar a aquellos héroes imaginarios que merodean mis sueños. De modo tal que instala en mi noche, un lento juego de eternidades y luces, que me llevan a la fiebre del ángel, a la boca llena de palabras aladas que nunca he dicho, de nombres que se hicieron desiertos, de colores que ya son la ceniza de una próxima sombra.
Pedro Patzer

11/04/2006

Los adioses

Por Pedro Patzer Escribo adioses, así en plural, como quien dice gaviotas, como si todos las despedidas fueran iguales, como si nos pudiéram...