12/29/2007

RAYUELA, CAPÍTULO 82

Capitulo 82
Morelliana.
¿Por qué escribo esto? No tengo ideas claras, ni siquiera tengo ideas. Hay jirones, impulsos, bloques, y todo busca una forma, entonces entra en juego el ritmo y yo escribo dentro de ese ritmo, escribo por él, movido por él y no por eso que llaman el pensamiento y que hace la prosa, literaria u otra. Hay primero una situación confusa, que sólo puede definirse en la palabra; de esa penumbra parto, y si lo que quiero decir (si lo que quiere decirse) tiene suficiente fuerza, inmediatamente se inicia el swing, un balanceo rítmico que me saca a la superficie, lo ilumina todo, conjuga esa materia confusa y el que la padece en una tercera instancia clara y como fatal: la frase, el párrafo, la página, el capítulo, el libro. Ese balanceo, ese swing en el que se va informando la materia confusa, es para mí la única certidumbre de su necesidad, porque apenas cesa comprendo que no tengo ya nada que decir. Y también es la única recompensa de mi trabajo: sentir que lo que he escrito es como un lomo de gato bajo la caricia, con chispas y un arquearse cadencioso. Así por la escritura bajo al volcán, me acerco a las Madres, me conecto con el Centro -sea lo que sea. Escribir es dibujar mi mandala y a la vez recorrerlo, inventar una purificación purificándose; tarea de pobre shamán blanco con calzoncillos de nylon
.

JULIO CORTÁZAR

12/08/2007

SOY UN GRASA

No le temo a lo popular: Evita fue una virgen de pensión, el vino del minero rescata la pasión del bajo cielo del verso de Dávalos; no le temo al chamamé delatando pobrezas de Litoral, no le temo a Calamaro y a Fito runruneando la Argentina de una generación; no le temo a los versos de Neruda, a los cuentos de Benedetti, no, no temo decir que Kirchner hizo cosas muy buenas; no, no temo a que el cannon de la clase media me disguste, si Bach puede convivir con Yupanqui, si Teresa Parodi canta la misma tragedia que Shakespeare ¿será que en mi país confunden puentes con muros?
Me emociona la chacarera, y el piano de “La Argerich”, me conmueve alguna canción de Rodrigo y el recuerdo musical de Ginastera. Adoro Fervor de Buenos Aires de Borges y amo las frases de Perón, me emociona leer a Sartre y la dignidad verborrágica de Chávez; es que soy Latinoamericano, mi Quijote es Martín Fierro, nací en un barrio donde las plegarias se multiplican a fin de mes.
Me llamen grasa o negro, pero siento algo con los versos de Tejada Gómez, algo parecido cuando el músico de tren entona Luna Tucumana, ¿será que el puente es más largo de lo que creemos, será que la cultura es el chipá, que las moscas custodian en la estación de Retiro?
Cacho Castaña y su canto húmedo, la calle Florida y sus estatuas vivientes, alguien podría exiliarse de todo esto, yo no.

Pedro Patzer

12/06/2007

MARTE

No nos vayamos nunca de Marte, de las Palmeras Salvajes, de la Rayuela en los pies fatigados de cielos y tierras; no, nos vayamos de Whitman, la hierba poética crece en lo no dicho; no, nos vayamos del océano balbuceado por Juan Ramón Jiménez, por el caluroso verano en los versos de Lorca, en las sandalias de los griegos a orillas de los volcanes de la humanidad. No, nos vayamos, ahí está lo que Dios calla, ahí, en el Aleph, en Cristo según Papini, en Denevi falsificando las verdades de este mundo, no nos alejemos de Gelman y su Rocinante rojo, de la vigüela de Martín Fierro y Yupanqui, por favor, ahí está la vida, el pájaro que insiste en lo que el vocabulario resigna, ahí está el alquitrán de uno mismo, la escalera con palomas, los versos de café de Álvaro Mutis, Las Mil y una Noches, primer libro del deseo; no nos alejemos de Bach y Gould jodiendo al ruidoso farfullar de los tanques, de Víctor Hugo poniéndole belleza al último día de un condenado, a Dalmiro dando instrucciones para callar la gran amenaza de los sellos y trámites en el desierto, no nos alejemos de los que venden universos en el tren Vía Quilmes, en el descenso del viejo equipo, en las palomas de plaza San Martín, burlándose de la arquitectura y los monumentos, no, no nos alejemos del ángel que murmura el verso, del diablo que dicta la página a medianoche, del vino del minero, de Mercedes Sosa emulando a las sirenas...no nos olvidemos de lo que somos, esa es la manera de seguir cambiando.

Pedro Patzer, a orillas del jazmín

11/30/2007

Me quedo con la lluvia


a Juan Gelman, el Quijote de las pampas, que se ganó el Cervantes

Los días fáciles engendran corazones bochornosos,
deja que el día presente sus trapos, sus coronas, sus ruinas de mar
ella y él seguirán paseando por el olvido,
la témpera acechará siempre en la infancia latente del poeta
pero si no sabemos bien, lo ilusorio que puede ser el día,
si no palpamos la verdadera dimensión de lo azul en el abrazo
si no comprendemos qué es un barco,
o por qué moran los dioses en la piel,
perderemos el tiempo, entre arco iris y basurales,
me quedó con la lluvia – dice la canción
y ahí voy, en busca de eso que no cabe en la vieja partitura,
pan de lo invisible, tejado de las melancolías
mi alma es tu ofrenda, anciano infinito
que murmuras en versos


Pedro Patzer

11/28/2007

OTRO POEMA URGENTE, OTRO, OTRO, OTRO...

Si pudiera comprender este espíritu camalote,
Que se cuela por los ríos de mi infancia,
Por el cauce infatigable de mis pasiones,
Y se presenta vulnerable ante el juego

De la edad y lo infinito, de lo etéreo y lo humano,
Qué es el verso, sino esperar encontrarse
Un enigma de luces y paraísos,
Y de calles solitarias y libros que enmudecen,

Cual imán de ángel, ando en busca de la aurora
De la artesanía vital de la brisa,
De de los dioses nocturnos,
Del ajedrez sin reyes y rosas sin espinas,

Cuál es la verdad de todo esto
Musiquita inevitable del hombre,
Hierba de celda,
Los que apoyan a dios contra su silencio,
Alquitrán de la miseria,
Voracidad del jazmín,

El poema sirve para afinar el silencio absoluto
De ser uno mismo, callada y en un cuerpo


PEDRO PATZER

11/17/2007

LA TUMBA DE KEATS


Libre de injusticia del mundo y su dolor,
descansa al fin bajo el velo azul de Dio
s”


La tumba de Keats, Oscar Wilde

Wilde, querido Oscar, versos como plegarias para el gran poeta Keats, que se fue joven al infinito, a bucear en sus huesos la poesía que…
los de abajo, los que quedamos en las tabernas, entre los estúpidos corazones, y la luna tuberculosa de Poe, que asoma su grito amarillo, cuando el insomnio deja que los muertos tejan la vigilia de los vivos, cual Penélopes metafísicas.
Mientras la metáfora agranda el desierto de la comprensión, el diálogo de sordos, entre tanto necio, que cree que echarle vulgaridad a los corazones alados, solucionará su temor al lenguaje profundo del alma.
Todos somos abismos, algunos decidimos ordenarlo en versos, otros en prosas, algunos sin orejas, en girasoles al óleo, otros inmortales, en suites, algunos en las oficinas, o en el bla bla bla cotidianos. Sin embargo, la cuestión es que el humano sabe que está solo con el mar y la luna, el desierto y la selva, y todo lo que resta es su hambre de dios, su necesidad de prologar una obra, que quién sabe si fue escrita.
Cada día los versos de Wilde, aquellos sobre la tumba de Keats, de ese Joven poeta por siempre, me alientan a resistir, resistir a la incomprensión, resistir a la necedad del que no entiende, que uno vino acá, para hallar una respuesta, que quizás jamás encuentre.

Pedro Patzer, noviembre 2007. Buenos Aires

11/09/2007

AUTOMATIC FOR THE PEOPLE


preso, como el diccionario en el poniente,
y cuerpo ante un pensamiento enorme,
como un dios envejecido en un juguete,
tal vez nadie sepa donde comienza la noche,
si hubiera rocío para cada insomnio,

sin ganas de aprenderme el juego,
de repetir el Apocalipsis heredado,
el nuevo juguete está en Shakespeare,
las mejores suicidas son asesinos de lo peor de ellos mismos,
los otros apenas matan un sueño que nunca pudo ser suyo

la historia de la poesía
en mi insomnio,
Quevedo,
sigo amando las catedrales de tu letra,
aunque Góngora se ría,
y el mundo construya cárceles en el verbo,


no, no sé nada más que el zafrero,
si, el minero sospecha luces,
y acá, entre arribas, y metáforas,
vuelvo a ver a Quijano
leyendo libros en mi silencio,
apenas comience el Rocinante,
lloverá en los pechos de Dulcinea,

puñales y pan,
Víctor Hugo escribe un verso
para los hombres del patíbulo,
el último cigarrillo, siempre te lo da el verdugo,
¿quién te dará el fuego?


pEDRO pATZER...

10/10/2007

Julio Fumando

¿Qué cosas mirabas, querido Julio Cortázar, mientras sostenías en tus labios blanco y negro, un cigarrillo? ¿Acaso mirabas el mundo que no fue, o el mundo que fue (sólo en los sueños de los hombres)? ¿Qué cosas mirabas Julio, cuáles fueron tus juguetes trágicos, tus jazmines de suicidas, tus brújulas íntimas de Cronopio perdido en un cuerpo? ¿Sabrás Julio, mientras me miras con tu insolente ternura, que cada vez te hacés más joven mañana, que cada vez sos más pibe en la memoria?


Pedro Patzer. A orillas de Cortázar

9/29/2007

El poeta

El poeta se pasa la vida intentando explicar
el poema que no fue;
el poema se pasa la eternidad intentando hallar,
el poeta que nunca lo escribió;
la escritura se pasa miles de poemas y poetas
intentando,
decir el misterioso verbo del silencio




Pedro Patzer, a orillas de Octubre

9/22/2007

La hermandad de la poesía

"Creo que existe en la Naturaleza un sutil magnetismo y que, si cedemos inconscientemente a él, nos dirigirá correctamente. No da igual qué senda tomemos. Hay un camino adecuado, pero somos muy propensos, por descuido y estupidez, a elegir el erróneo. Nos gustaría tomar ese buen camino, que nunca hemos emprendido en este mundo real y que es símbolo perfecto del que desearíamos recorrer en el mundo ideal e interior; y si a veces hallamos difícil elegir su dirección, es –con toda seguridad—porque aún no tiene existencia clara en nuestra mente”

HENRY DAVID THOREAU, me ayuda a entender tanto ruido de adentro. A éste escritor norteamericano lo conocí cuando tenía catorce años, y veía una y otra vez La Sociedad de los Poetas Muertos, película que en su momento, también me acercó al gran Walt Whitman.


Pedro Patzer

primavera 2007

9/08/2007

HABRÁ QUE SOÑAR DESDE OTROS MUNDOS


desiertos que me esperan,
sinfonía que se arrastra entre tanta sordidez,
muertos que me ayudan a vivir,
demasiada eternidad para lo humano,
un bote cruza el río, tal vez navega ciertas lágrimas
anochece otra vez en la utopía,
la señora del poniente se desnuda de lo mismo,
sobre los renglones el niño no consigue la palabra
habrá que soñar desde otros mundos,
el misterio golpea las puertas de mañana,
las fotos envejecen como árboles en el recuerdo,
la genialidad de un día feliz,
si los colores enseñaran algo más
misa en la que Dios bosteza,
bandoneones se asfixian en la calle Florida
habrá que soñar desde otros mundos,


PEDRO PATZER, SEPTIEMBRE DE 2007!!!

9/01/2007

EL FIN DEL VIAJE, EL COMIENZO DEL RECUERDO



Foto: de mi gran compañera de viaje: IslaSonia


y llegué y ese puerto no tenía agua, sólo barcos en el barro, cual peregrinos que extraviaron los caminos. Y ella sacó su cámara, mientras el sol gateaba para el otro lado del mundo, y el óxido de la nave, parecía la profecía de una melancolía anterior, como si la eternidad se hubiese construido entre uno y otro pescador que entre peces y milagros, exhalaban las últimas de otro día que yacía sobre la solitaria marcha de San Clemente.
El faro, era una torpeza de la sombra, ni siquiera náufragos para este cuaderno vacío, habíamos fatigado caminos: Nueva Atlantis, Punta Medanos, Mar de Cobos, Aguas Verdes y de repente las golondrinas anunciaban que el día emigraba hacia otros ojos del planeta.
Una cosquilla, como de violín cansado, sacudió la brisa (no había banderas, ni redes) de todos modos, el alma sintió el movimiento. La noche recorría nuestra mortalidad, las estrellas garabateaban el viejo verso en el cielo.
El viaje llegaba a su fin, pero, sentía, que comenzaba a hacerse perpetuo en mis recuerdos.



Pedro Patzer, septiembre de 2007

8/06/2007

Pentagramas


ay, si supieras música mía, cómo anda de ruidos la señora que sol mayor anochece; ay, si supieras, raíz del silencio, artefacto de desierto, mineral del sexo de una dama que calla al verse reflejada en un poema; ay, si supieras cómo ando ebrio de lugares que no existen, cómo voy juntando imágenes, como quería Whitman, y de repente; los premios literarios, los idiotas en la tv, los horarios de trabajo, los taxistas que repiten genocidios en voz alta. Ay, musiquita mía, si no supiera que hay otros mundos en este mundo, apenas podría con todos los idiomas que surgen en las ventanas, cuando la luna acoda su estocada, cuando el deseo se vuelve perezoso, cuando los viejos pescadores jubilan sus redes, y sólo queda ponerle nombre a las constelaciones que en tu espalda nunca durmieron



Pedro Patzer

7/14/2007

DESOIRLO TODO, PARA HALLARLO TODO!!!

Desoírlo todo, hasta el escándalo de ser el nuevo alarido, la música secreta, el eco de un silencio parecido a los versos que vamos perdiendo en los cuerpos que amamos, cual manifiesto de don Juanes, y cuchillos que se han cansado de lamer la sangre inocente. Desoírlo, todo, hasta alcanzar el alarido de la rosa, la materia prima del cielo, en esa mirada de iniciados en la vida, hallaremos la sabiduría de los que todo lo desconocen



Pedro Patzer, invierno porteño 2007

6/30/2007

Sensiblemente



Sensiblemente, fue la vida
escribiendo noches en mis ausentes,
y algo me dice que el mundo murió ayer
en un abrazo,
serán estos versos la resurrección del mundo,
el canto valiente de la lluvia, el hambre de la aurora sin muros,
el escándalo de ser un lunes, cuando la constelación bosteza
y hay posibles tripulantes latentes, gentes que dejan las oficinas
para correr hacia los puertos,
olvidan expedientes y abren los sagrados cuadernos,
qué esperan del día , sino ésto?
hay veces en que Dios es tan sólo una broma en las viejas campanas

Pedro Patzer



6/27/2007

Quién es dueño de la nostalgia?


No es tuya la luna para que la arrebates, acaso un eclipse es tu alma?
nada de pianos, no!!! nada de pianos!!!
el chocolate sabe amargo bajo el tiritar de Dios en los inviernos
de las ciudades que he perdido en estos versos,
los poetas vendrán, los viejos soles perdidos en libros amanecerán tibiamente,
desde un renglón me lanzaré, la ironía es apenas la excusa de tu olvido,
pentagramas, hambre de un lugar que comience
la desnudez corrige arquitectura,
no perdono en naves, soy viajero del silencio
tripulante de un ocaso sin nombre,
el otoño ha muerto,.
y lo muerto ya es fantasma de la palabra,
cenizas de un poema que pudo ser.
apenas un susurro que me permite preguntar
quién es dueño de la nostalgia?


Pedro Patzer

6/22/2007

Romancero de lo irreal


Si hay mucho hambre de pan en este mundo, imaginen el hambre de cielo que hay; no se pueden separar, hay hambre de pan porque hay hambre de cielo, y cada uno que prescinde de lo imaginario, del romanticismo de ser un actor del más allá, colabora con la hambruna de arribas, con la decadencias los sentidos, ¿cuánta gente ya ha perdido el tacto – ya no busca palpar la vida, se conforma con la posibilidad virtual? ¿Cuántos habrán perdido el sabor – la magnifica dulzura de la noche en el paladar; la audición - todo lo que se queja el mar en lo desierto; la visión, ante ese muro que es la tv?
Se imaginan volver al romance, que ante cada cosa que nos ocurra escribir un romance, un romancero de lo cotidiano; hombre con almas en rima, damas que mueren por lo infinito; la salvaje utopía gobernando los corazones de los transeúntes de la historia.
¿Qué es lo real: es esto, es Irak, el hambre, Macri, Sarkosi, la guerra, la bolsa?
Volvamos a lo irreal, a ese mundo que nunca estuvo, pero que Alonso Quijano sospechó cuando decidió ser Quijote; regresemos a ese universo de lo imposible en el que Hamlet se burlaba de la muerte, haciendo un monólogo inmortal, ante la calavera de un bufón.
Sólo somos la medida de nuestra felicidad, la sílaba de una eternidad que siempre está por empezar.

Bienvenido invierno porteño

Pedro Patzer

6/02/2007

ALFABETO DEL PONIENTE


La palabra “Madre” me consuela,
digo nave y algo de mi zarpa saciando mi hambre de infinito,
pienso en ella, y no es necesario buscar inmortalidad en otros sitios,
anhelo que caiga una lluvia que corrija tanta pobreza y realidad,
sé que hay seres danzando un otro lado,
viejas tejiendo el arco iris,
una sed que hace chiquito al mundo que propone el nunca de siempre,
sé que si no hay súbditos, no hay reyes
y el imperio de lo feo, caería con un solo gesto de ternura,
digo soledades, y no hay violín que no me enseñe el adn de Dios,
la belleza del ser humano por subsistir en el drama,
los mercaderes del naufragio callarían
con sólo enterarse de que alguien ha aprendido el alfabeto del poniente,
de que alguien domina la hierba de lo sensible,
la canción que suda el moribundo, el cristo de la tempestad
lo que reza la prostituta en auroras sin cuerpos,
dejame entrar en la luz de la palabra,
lo que ignora mi eternidad, es lo que aprende lo que muere
no vine acá para ser un esclavo del día,
una mancha gris en los muros de la historia,
un acorde cansado en los desiertos de la hora,
el viajero sólo llega cuando se desconoce,
desnudame y quitame el nombre,
mi yo es un escalofrío que no elegí,
mi ser es este otoño, esta prepotencia de mares,
este poema


PEDRO PATZER

JUNIO 2007, OTOÑO, BUENOS AIRES

5/22/2007

LOS ELEGIDOS


El niño que sigo siendo en mi mirada me pide upa: “no dejes de ver la cosquillita azul en cada cosa” Y es así que las astromelias perdonan en sus silencios, y las palomas insisten con ciertas plegarias; las manos con lunares de los ancianos que llevan la última receta de auroras y ponientes, los suicidas en las cornisas, como un coro de sirenas modernas; canillas gotean al mar que alguna vez navegaron los viejos profetas; viejas máquinas de escribir, llevan como epitafio un ocre recuerdo, los enamorados ofrecen inmortalidad en las plazas, los trenes se pronuncian ante el muro donde el día bosteza; Buenos Aires, dime: ¿Hacia dónde van esos peregrinos?
La ciudad calla, los que leen las instrucciones para aprender a volar miran el cielo y saben que muy pronto serán los elegidos


Pedro Patzer
mayo 2007

5/12/2007

Gracias a Bach por Dios!!!

Glenn Gould, pianista canadiense, que desde 1974 es joven en la muerte; sacude en su piano de pasados, eso que alguna vez Bach sacó de su espíritu – o esa cosa, que quizás haya sido el mismismo Dios, o Buda, o Mahoma, o el padre de todos los árboles – y lo transcribió en un pentagrama.
Gould, me hace llorar riendo, su manera de devolverle al mundo a Bach, es tan trascendente, que la noche se pone celosa, cuando este canadiense irrumpe en mi departamento de Buenos Aires.
¿El que inventó el piano habrá tenido noción de la peligrosa arma que estaba trayendo al mundo? ¿El que le enseñó a tocar el piano a Glenn Gould habrá tenido conciencia de la contribución que le estaba haciendo a lo infinito? ¿El que inventó a Bach, habrá pensado lo celoso que se pondría Dios?


Pedro Patzer

5/10/2007

Me prohíbo vivir sin belleza


Sí, hay que decirlo; hay que verbalizar paraísos y mares, ponerle palabra a lo imposible, ser un marinero del decir, elegir la vida, apagar lo temporal, encender lo inmortal, ser adicto al color del detalle, saber que una nave nos espera en algún puerto de la imaginación; prescindir de los chalecos de fuerza en la creación; sobrevivir a todo lo que dicen que es uno: algo nos espera, una llama misteriosa, un umbral desnudo, cerámica de una infancia que siempre está por comenzar en el amor; la belleza de alcanzar la música escondida, de bailar lo irreal, de vestirse de lo que desconocemos, acaso, no hay misterio más profundo que el “yo” perdido a mitad del otoño


Pedro Patzer

5/08/2007

Prepotencia de eternidad


A Héctor Larrandart

Las palomas insisten con una “V” en los cielos de Buenos Aires, y los árboles con cal padecen todo los verbos sepias del otoño; el milagro se extraña y los colores ofrecen una pereza melancólica.
En medio de este repertorio de imágenes, el dolor: se murió Héctor, el padre de Ricardo, un gran amigo. Buenos Aires compuso epitafios de agua, y nuestros ojos supieron emularlos. Sin embargo, don Héctor se hizo el nuevo emperador de todos estos artefactos de la nostalgia, que en este otoño acuden a mí.
He perdido la fe, siento. Pero paradójicamente sospecho que Héctor no está lejos, las constelaciones lo reciben en el azul más elegante; la lluvia le presta sus juguetes de orquídeas; todas las maderas se unen para ser naves de su nuevo infinito.
Hay miradas que no se van, miradas que son la arquitectura de lo eterno, miradas que manejan los hilos de la ternura de todas las cosas, miradas que desnudan brisas e infancias, que renuevan naranjas en el horizonte, que perfuman los salones de la palabra, que acomodan lo imposible en una caricia, o en un abrazo.
No sé si es fe, pero Héctor vive en la zamba que dice lo que no pueden las palabras, vive en los lugares que no conozco y tal vez nunca conoceré, vive en lo que se está por descubrir, vive en ese segundo en el que una canción, un color, un poema, un amor, nos presta la suficiente prepotencia de eternidad, para seguir vivos



Pedro Patzer

4/28/2007

HAMLET URGENTE


Hacia dónde se fue el mar de todos los que aprueban este tedio, en qué mundo perdieron su infancia en el asombro, qué han hecho de la primera letra, de esa bocanada del decir el universo imposible, de ser uno mismo ante el abismo. Qué han hecho con los colores rebeldes de la aurora adolescente, qué corbata les cambió el amor por la vida, en qué muerte cayeron, en qué comarca de la razón aprendieron a desmerecer el peligro de ser uno mismo, si nuestra condición de náufragos no nos hizo aprender el valor de las islas imaginarias, renunciemos al día, y dejémonos llevar por la marea baja de esta “realidad” que no es otra cosa, que una ficción dirigida, dejemos que la calavera insista en nuestra mano, hasta devenir en Hamlet urgentes, el mundo necesita más Hamlet, y menos artesanos del Apocalipsis



Pedro Patzer (tomando vino y recitando unos versos en la madrugada)

4/16/2007

un poema a Tuñón




Raúl González Tuñón

Nieto de un minero socialista,
Cómo no iba a aspirar al sol nocturno de los de abajo?
Nieto de un errante, de un capitán de los barcos encerrados en botellas
Cómo no iba a nacer con hambre de puertos y mares?
Corresponsal en la guerra del Chaco y en la civil española,
Cómo no iba a escribir la biografía de los corazones sedientos de otro mundo;
Socio del surrealismo parisino,
Cómo no se iba a enamorar de los ladrones de estrellas,
Cómo no iba a urdir universos de calles de agujeros en la media
Y jardines colmados de rosas blindadas;
Raúl González Tuñón, poeta
Buenos Aires escribe tu epitafio en cada barco que se pierde en la mesa
De un bar sin versos, de una mañana sin poetas;
Oigan en las tabernas, escuchen mendigos y caminantes!
Cuando se tiene un ancla de corazón
No sé muere, apenas el profeta comienza el viaje.

Pedro Patzer, abril 2007

4/15/2007

LA RUEDA EN EL CENTRO


¿Qué es esto de poseer una anatomía de mortal y, tener que comprender al mismo tiempo al otoño y sus esquirlas? ¿Acaso alguien ha caído en cuenta de los peligrosos que somos cuando nos desconocemos, y nos dejamos caer para arriba, y ya no importa la discusión por el mismo hombre, porque ya hay otro hombre, íntimo, silencioso, musical, acodado contra su soledad, lastimado de lo infinito, pero igual inmune a tanta información de lo perenne?
He visto cementerios de máquinas de escribir, dioses que se conformaron con ancianas que le rezan muertos los miércoles, pero también he visto mujeres y hombres en busca del más allá en cada cosa.
Los que intentan acompañar desde el mismo sentimiento que ha fracasado al paraíso, no hacen más que volver a dejarnos solos, y potenciar la soledad mezquina de quién no comprende que nunca se está solo frente al universo.


Pedro Patzer

4/10/2007

ASESINARON A UN DOCENTE, MATARON LA PALABRA





A Carlos Fuentealba, maestro asesinado por el gobernador fascista de Neuquén



Un maestro nos acerca la palabra para que con ella recorramos el mundo que es posible más allá del silencio; nos acerca al número, para que con él podamos contar todos los universos que son posibles en el día; un maestro nos enseña a conjugar el verbo amar, a conocer la geografía que educará nuestros corazones de viajeros; nos ofrece la historia para solucionar la infancia del mundo en la memoria.
Un maestro fue asesinado, mataron la palabra, el silencio, el número, la geografía. Pero no vamos a permitir que asesinen la historia. Carlos Fuentealba, ya sos el nuevo idioma para decir el mañana, el verbo del porvenir, nuestra inspiración para decirle basta a los mismos administradores del nunca.



Pedro Patzer

Abril 07

4/08/2007

El misterioso corazón de un piano nocturno

Como si la partitura fuera un muelle, colmado de viejos pescadores que cansan redes a orillas de lo que farfulla un piano nocturno, mientras la soledad se hace chiquita en la sabiduría de marfil, en todo el otoño que tropieza en melodías, en las musas que insisten en convidarnos sus manjares eternos, y el cuaderno desnudo me llama, y la palabra está ahí, para comenzar a escribir otro milagro.
Insisto: no estamos solos, alguien nos está dictando infinito al oído, despertemos a la revelación del verso, del color, del piano nocturno



Pedro Patzer

4/04/2007

LAS NUBES



Amigos, no estamos solos: están las nubes!!!

Anoche, cuando las letras del libro que estaba leyendo, comenzaron a mostrarse exhaustas en mis pupilas, apagué la luz y abrí la ventana, y allí estaban ellas, en su carnaval de alturas, maquilladas de plateado por la vieja luna, testigo silencioso de tantos crímenes y milagros.

Primero, insinuaron formas abstractas, luego comenzaron a emular cuerpos, sagradas anatomías de quién sabe qué amantes; malditos cuerpos de quién sabe qué errantes, para luego volverse juguetes de los niños nocturnos que siempre tienen hambre de ángeles, tentaciones del pan de los arribas. Luego sólo fueron un cortejo de nubes, en los solemnes funerales del día que ya era ceniza, en esa leve brisa, que sugería melancolía sobre las ropas colgadas en las terrazas, que parecían banderas de países que sólo existen segundos antes del sueño.


Pedro Patzer

3/23/2007

24 DE MARZO...DÍA DE LA MEMORIA ARGENTINA...HACE 31 AÑOS UN GOLPE DE ESTADO CONDENABA A MI PAÍS A MUERTE Y DESAPARICIONES


DÍA DE LA MEMORIA

¿Dónde quedaron esos treinta mil abrazos que nunca se dieron, qué de esas treinta mil lluvias que hubieran lavado al mundo, qué de esos treinta mil versos que hubieran cambiado el poema del país? ¿En qué lugar titilan esas treinta mil auroras que lo hubieran amanecido todo?
Preguntas, treinta mil preguntas, y sólo la memoria como respuesta; fotografías blanco y negro en plazas, madres y abuelas, que llevan al cielo como pañuelo; porque en la Argentina hubo hijos que engendraron madres, porque en nuestro país hubo treinta mil hombres que parieron la historia.
¿Y qué de nosotros, cómo ser esas treinta mil brisas? ¿Cómo poblar el otoño de la historia con esas treinta mil utopías? ¿Cómo ser las treinta mil manos que hubieran esculpido de flores este presente? ¿Cómo recordar a esos treinta mil océanos románticos que quedaron a orillas de un sueño?
Respuestas, treinta mil respuestas, cada vez que intentamos cambiar las cosas, burlarnos de la burocracia de la memoria, alzar la voz por todos los que nunca hablan, ser el sol de los mineros, la luna de los presos, la mazamorra del pobre, el Quijote de la nueva historia.

Pedro Patzer

3/14/2007

MANIFIESTO DEL SOÑADOR

No me pidas que ame como un escribano, que no me amenacen las campanas, que no llueva sobre mis cuadernos, yo soy más de témpera, me tropiezo con los hilos de la aurora, tengo fiebre de barco, resto a Dios en el hombre, sumo a Dios en el cuerpo de mujer, veo luciérnagas en los cigarrillos nocturnos, y templos en el vino del mendigo, no me pidas que sueñe como un funcionario, las palomas en los atrios, los verbos del paraíso en el sepia libro, encienden mi lado más marinero y necesito océanos de emergencias, las ciudades me hunden en su arena imaginaria, mi corazón de desierto está sediento y se embriaga con la cicuta de los cielos oxidados, no me pidas que crea en lo que los débiles, las banderas no son más que pañuelos sucios de nubes,

Pedro Patzer

3/07/2007

LOS VAMPIROS DE LA BELLEZA


Los Vampiros de la Belleza


Mesas de madera de las que uno sospecha que han sido construidas con los materiales de la cruz de algunos de los Cristos que vienen a resucitar al tercer día de la ginebra, o que estas mesas fueron hechas con lo que quedó de aquellas naves que naufragaron antes de zarpar (como las empresas de nuestra imaginación) que siempre se perfuman de tragedia...
Mesas de los cafés de Buenos Aires donde los jugadores mueven las piezas de un ajedrez sin reinas ni reyes, sin torres, ni alfiles, ni caballos, sólo con peones que al final del día revisan sus corazones, por temor a haber perdido el alma en algunos de los movimientos en los que la olvidan.
Los parroquianos son camaradas del azul, socios de la misma sed, vitalicios en el club de los rufianes melancólicos que le rezan cada noche a la Virgen los alientos manchados por la luna, estos hombres que en cada beso sienten la abstinencia de Mar y en cada mujer recuerdan que el infinito comienza en la palabra...
¡Ay!, Cuántas estrellas han sido revueltas en esa taza de café, ¡Oh!, los cometas que se han travestido por usar esa falda, que esa morocha movía en cada uno de los sueños que quedaron en las almohadas de los parroquianos
¡Ya sé!, La luz del día no es conveniente para estos vampiros de la belleza, los bandoneones respiran en la noche, el día le pone zapatos a tantos peregrinos descalzos, a tantos bohemios jubilados de perdón, exiliado de los amarillos versos de la realidad que empañan a los cuerpos que continúan desnudos en el silencio del duermevela.
En los bares hay atrios de cenizas, donde los mendigos de luz esperan a que esta vez los milagros del vino los regresen al ADN del paraíso, aquel sitio donde corregimos el mundo entre nicotina y versos azules, donde esperamos que la vida nos diga que no ha muerto, que sólo se ha tomado una historia de descanso, pero que retornará en el pubis de aquella mujer donde el alba porteña se enciende.

PEDRO PATZER

3/04/2007

MILAGROS


Esto de husmear cada tanto enciclopedias, manuales de arte y biografías me dejan tiritando de siglos. Cuantos seres han pasado por la historia, tratando de develar la broma de la eternidad, y sin embargo, un epitafio los resume como a cualquier mortal. Pero estas lecturas y escalofríos, son anestesiados cuando un ser, frente a mí enciende el milagro. Cada día estoy más convencido de que el espíritu humano es tan bellamente complejo, que su propia raíz es tán inabarcable, como tratar de emular a Cortazar, con el dedo, en el capítulo siete de Rayuela.
Pedro Patzer
Marzo de 2007


2/22/2007

otro poema que perdí para volver a ENCONTRARME


Este poema tiene muchos años. Lo escribí en algún otoño. Ahora regresa con ganas de poblar algún futuro libro: ¿Qué opinan ustedes?


Llover ¿verbo impersonal?


¿Disfrutaríamos de la lluvia
si no existiese la palabra lluvia?
¿Hay algo que nos refresque mas
que la palabra brisa?
¿Cuánto tiempo hará que el imperio de la melancolía
se apoderó de la palabra Otoño?
¿Cuándo llegará el día
en el que la letra H renuncie a tanta la soledad?
¿Es casualidad que entre Mar y Amar haya una letra de distancia?
¿Quién se encargará de vestir a todas las palabras que dejamos desnudas
cada vez que recordamos?
¿Los poetas son aquellos que acentúan a la Luna
o que le colocan signo de admiración al silencio,
o signo de interrogación a los colores?
¿Por qué los árboles convierten en verbo al sustantivo nostalgia?
¿Cuál será la edad del amor en la palabra?
¿Por qué los ancianos eligen a la aventura del silencio?



Pedro Patzer

2/20/2007

POEMAS DE LAS BIOGRAFÍAS APÓCRIFAS


En este hallar texto viejos, me encontré con uno que descarté de mi último libro de poemas, pero que ,curiosamente ,quiero mucho.


Poema de las Biografías Apócrifas

El encargado de hacer el inventario de un viejo hotel a orillas de un mar de Marte/ la breve historia del calendario que un preso le tatuó en el paladar al siniestro director de la prisión en la que estaba recluido/ no tengo ningún escrúpulo en referirme al hombre que fue atravesado por una espada caída de una carta, justo después de perder una partida de truco; ni de los piratas que hicieron de una fragata de guerra, pequeños fósforos que incendiaron los mapas que nos conducían hacia los tesoros irrecuperables.
Y para qué narrarte acerca de la ficción que la gente le instala a sus recuerdos, de la niña muerta que una familia siguió vistiendo y maquillando durante diez años.
Dícese de un tal Edmundo que descubrió que todo era una gran mentira y por eso se promovió por las calles de Buenos Aires como el embajador del absurdo en el mundo, entonces comenzó a decirle a la gente que lo que entienden por el color azul es diferente a los ojos del otro, que convivimos con mil azules distintos, y, que lo único que deberíamos aprender del azul es que su centro es el rojo: “ ... el rojo es el centro del azul...” todas nuestras oposiciones son el centro exacto de nosotros mismos.
Se comenta que en su testamento Albert Einstein le pidió a su familia que su epitafio rezara: “La mayoría de los hombres nunca aprende a sumar” Puedo mencionarte la historia de un triste personaje que patentó el Otoño a su nombre y, el muy desquiciado pretendía que cada habitante de la anaranjada estación le pagase un impuesto por derecho de autor. Él hasta el último día de su vida se hizo llamar: “El Hombre que re inventó al Otoño”
Otra vida destacada fue la de Gunter, un científico alemán que sostenía que cada vez que se terminaba un poema, la galaxia movía su esqueleto hacia los huesos de una infinita estrella.
Como no memorar a Pampa, el célebre pintor a quién le atormentaba las miradas de los muertos pues él siempre quería pintar las últimas imágenes que en aquellas frías miradas se habían quedado congeladas.
La última biografía está dedicada a Horacio, director de una revista literaria quien le había asignado a Alfonsina Storni que escribiese la biografía no autorizada del Mar, Storni le habría respondido que sí, pero que antes debía verificar de cerca ciertos detalles de la personalidad del Mar



PEDRO PATZER

2/19/2007

MUJERES DE CINE




Mujeres del cine, mujeres que nunca preguntan por qué, ni van por los sueños pidiendo permiso, ni siquiera desnudas le piden perdón a la anciana Luna por quitarle el protagonismo.
¿Alguna vez pensaste que Leonardo Da Vinci no las conoció? ¿ Se imaginan lo que hubiera pintado contemplando a Julia Roberts, o lo que Shakespeare hubiese escrito por Nicole Kidman? ¿Qué hubiera sido de la arquitectura egipcia si los egipcios hubiesen conocido el cuello de Demi Moore? ¿No hubiera abandonado cualquier empresa imperialista Alejandro Magno por una tarde de amor con Katharine Hepburn? ¿Habrá sido levantado el imperio Azteca en homenaje a una mujer como Salma Hayec? ¿Cuántas otras sinfonías hubieran quedado inconclusas si Schubert hubiera dedicado su tiempo a contemplar a la Bella Greta Garbo? Si el Dante hubiera conocido a la Cuccinotta, actriz de El Cartero de Neruda, seguramente la Divina Comedia sólo hubiera tenido infierno, no hubiera tenido tiempo para aburrirse escribiendo el purgatorio y el Paraíso.
Sí, estas mujeres cambiaron al mundo, la historia. En ellas podemos comprender a la Humanidad porque ellas son la cultura del hombre, desde ellas todo es diferente:
En las piernas de Marilyn Monroe comprendí definitivamente la existencia de Dios.
En La mirada de Winona Ryder aprendí los misterios de la vida, aquellos que muy pocos saben. En los labios de Penélope Cruz entendí a la locura del Quijote por su Dulcinea y a Lorca diciéndo: “Por tu Amor me duele el aire, el corazón y el sombrero” En La belleza de Kim Bassinger comprendí para qué he nacido, para qué he venido hasta aquí, por Sofia Loren conocí los primeros insomnios en el deseo, en las caderas de Jeniffer López observé como un inmortal firmaba su testamento (por una noche en esa creación única e irrepetible) , en la desnudez de Angeline Golie recordé a Oscar Wilde diciendo: “ Las mujeres están hechas para ser amadas, no para ser comprendidas” aunque Micheal Douglas en atracción fatal me enseñó que Wilde se equivocó en frases como esta: “ Me aburren las mujeres que nos aman. Las Mujeres que nos odian son mucho más interesantes” Y es verdad, no hay manuales para descifrar a las mujeres, son una especie imposible de estudiar porque cada ejemplar es único, maravilloso, seductor, complejo y eterno. Sólo podemos llegar a la conclusión de que sin duda el Paraíso comienza en una mujer y que por ellas hacemos la guerra, la paz, la creación, el crimen, la música, el arte, la poesía; hacemos el amor y sobre todo nos hacemos la película, porque sin ellas no hay cine.
Pedro Patzer


2/16/2007

VOLVER A CONCEBIRME


Me pasó algo hermoso. Abrí un cuaderno de hace cinco años atrás. Y encontré que había escrito esto. Mi querida Argentina estaba en plena crisis, y yo trazaba en un papel lo siguiente:



Fotografías - Pedro Patzer

Los otoños solían instalar fotografías azules en las muecas del soldado que agonizaba en la tristeza del rostro del anciano de piedra.
Los retratos de las damas muertas sudan un raro febrero en el invierno que se posa en las manos del pianista de un cabaret donde el seno de Magdalena recoge toda la historia de las exactas matemáticas erizando el diente que muerde al incesto.
Un tanguero se ahorca en el estribillo de la sombra que silba una mujer especialista en el espionaje en el deseo ajeno, mientras los árboles cortan las películas del cielo y los pájaros mueven el naranja acentuado por las últimas sílabas del crepúsculo. Los caracoles creen en la propiedad privada.
El profesor quema sus libros como quemando las naves , como dejando atrás la posibilidad de volver a saberlo casi todo, teniendo la urgente necesidad de aprender a ignorarlo todo, de accidentarse la piel con el mundo, de reclamar la metáfora que habita en el escándalo transparente de la percepción.
El anciano evita conjugar en pretérito imperfecto los pocos verbos que respira y el poeta quien instala sus oficinas en las pupilas de una mujer rota en los cuadernos del viajero hacia el nunca.
El escritor maldito le cambia la dentadura blanda a la máquina de escribir un idioma en la galaxia que transpira historia sobre el trópico de cáncer y capricornio.
La abuela llena las botellas con el licor del santo hombre que la principió en el pecado de fabricar pecadores. Las maderas de la vieja casa traducen al insomnio de aquellos antiguos niños que se treparon al anterior árbol que la hizo.
El futuro nos espera con sus indumentarias de espectros, sólo algunos le provocan cosquillas al abismo, los otros continúan adelgazando paraísos , masticando ángeles, desayunando sustantivos que sólo los hace mencionar cosas que no existen más allá de las cosas.
Hay gafas que nos permiten ver el revés del paisaje, nos dan las posibilidad de postular como paradigma a la lógica de la nube, a la piel de las campanas en las frías estaciones patagónicas donde el ferrocarril carga amarillo para exportar a los libros viejos o a las velas o al color que las mejillas de la madre tienen en la memoria.
Posibilidades:
a) existir en múltiples formas
b) existir sólo de una forma clausurando cualquier posibilidad de existencia paralela.
c) no existir
Son los detalles donde resolvemos nuestra existencia. Es decir, el bigote desafinado del cartero que cuando niño nos aproximaba a otras posdatas, nos dirigió la vida hacia la elección de ser un viajero de espiritu desprolijo o en las primeras clases de literatura en la escuela cuando contemplabamos inicialmente una fotografía de Cortázar, como niños pensabamos : " Dios duerme la siesta en la barba de Julio Cortázar" y ahí nuestro delirio de quemar corchos y hacernos las barbas de Cortázar para que dios tembién pudiese dormir la siesta en ella.
Recuerdo las gafas verdes del anciano que parecían tatuar en sus anchos cristales el desesperado gesto verde del bosque o la pulcritud que en sus manos tenía el abogado que defendió al cruel torturador o el pegamento que deja en su baba sobre los afiches que publicitaban el recital de Gardel en Cemento.
Detalles como la botella verde que en Navidad la tía vaciaba para anunciar su horóscopo de sidra para el año venidero o el candado contiguo al cartel que reza " en venta" en la casa donde una adolescente ejercitó su tacto en mi primer ensayo de hombre.
Algunos deciden no existir,eligen estar parcialmente muertos, parcialmente vivos: mueren en un color, en alguna palabra esdrújula, en las naves que las plegarias empujan hacia el escalafón de náufrago. No logran ver la realidad que se esconde en un hombre, la realidad de ser una infinita posibilidad, de tener buques que lo esperen en algún puerto, de poder ser un agregado cultural en el barrio latino de la Luna o ser quien escriba la biografía del primer hombre que transpira castillos y llora osos que tiene la capacidad de ser un soldado del eclipse, un traductor de las sirenas del charco del patio que llueve eternamente desde mi muerte hasta mi infancia o simplemente ser un hombre que llora al ver las cerraduras o llora al contemplar que le ponen cifras al calor y llora al ver los patos hechos cerámicas de cocina o al escuchar las ofertas que los hombres le hacen a la historia.
pd: Dios gatea en la maravilla de las palabras

2/12/2007

LA INTIMIDAD






Cuando adolescente, creía justo defender cada causa de cualquier manera, luego la vida y sus artefactos, me fueron demostrando que uno se va haciendo desconocido ante la incomprensión. Y ya no sirve de nada pegar tres gritos o tratar de defender una idea utilizando todos los elementos de la tempestad. Ahora comprendo que pasa algo mucho más profundo, uno comienza a perder intimidad con toda esa gente, con la que ya no compartimos el mismo lenguaje, o iguales códigos.

Tal vez ahora tenga muchas más intimidad con mis amistades y mucho menos trato con mis desconocidos.


Pedro Patzer

febrero de 2007

1/31/2007

LO HONDO





Mi ignorancia me hace estar cada vez más seguro, hay que ir hacia el centro de la vida- Demasiada información, palabras que se evaporan en segundos, mucha confusión. Pero hay una realidad, lo que queremos ser. La escuela se equivoca desde el momento en que no inculca lo fundamental: el ser humano es un proyecto por el que se cruza la música del universo, las intenciones de la naturaleza, y una aparente inmortalidad que siempre es derrotada. Por eso he decidido no dejarme engañar, no ser como una muñeca rusa que va acumulando cuerpos e ideas por la inercia de lo establecido, quiero dar batalla, el destino es apenas un instrumento, y mi euforia es el pan de mi deseo.


Pedro Patzer


30 de enero de 2007

1/15/2007

EL MAR, ESE VIEJO CIUDADANO DEL INFINITO


SÍ...otra vez frente al mar, ese viejo ciudadano del infinito, insiste con sus preguntas: ¿Cuándo dejerás de engañarte con eso de pensar el día como eterno, acaso no comprendés que está escrita tu hora, tu fecha, tu mortalidad? Y le respondo, justo cuando el pescador echa su vieja red sobre el agua...Si supiera mar, la edad que tiene mi espíritu, el verdadero color de su sangre, la cifra confusa de los cielos, ya no gastaría tanta palabra en este idioma inalcanzable


Pedro Patzer - 15 de enero 2007 - Las Gaviotas- Argentina

1/11/2007

dormir abrazado a un libro


Suelo padecer insomnio, es algo que desde niño me sucede. Los muebles de las diversas casas que pasé lo saben muy bien, ellos siempre me acompañaron con su vocabulario de madera nocturna. Ahora, al borde de los 31 años, aprendí un método para dormir tranquilamente y derrotar al insomnio: dormir abrazado a un libro. Es una experiencia hermosa, anoche lo abracé uno de Marco Denevi, ante noche uno de Lorca, seguramente esta noche uno de arte. Lo único que procuraré es no acostarme abrazando la Biblia o el Kamasutra, porque creo que ambos me despabliarán, uno por razones místicas (el kamasutra) y otro que es muy dificil domir abrazado a una catedral


1/04/2007

RAYOS Y SOMBRAS


Otra vez la palabra del poeta Víctor Hugo, me devuelve al cancionero trascendente de la naturaleza. En esta ocasión regresé al primer libro que en mis manos cayó, del autor de Los Miserables. Curiosamente es un libro inhallable en esta época, un texto que heredé cuando murió mi abuelo. Un libro que fue rescatado entre la basura, entre todo eso que se iba a tirar el día que Federico, el padre de mi madre, falleció.

Las manos impulsivas de madre, hallaron entre los escombros un lomo rojo. Que fue a parar a la modesta biblioteca de mi casa. Ese libro reza "Rayos y Sombras" Vítor Hugo.

Desde adolescente vengo viajando en las sepias palabras de esta obra, sin embargo, hacía años que no volvía a él, hasta que hace unos días, en plena eufórica búsqueda del dios que perdí, regresé a Rayos y Sombras, y apenas lo abrí me encontré con estas palabras:

"Un poeta escribió el Paraíso y otro poeta escribió las Tinieblas. Entre el Edén y las Tinieblas media un mundo; entre el principio y el fin media la vida; entre el primer hombre y el último media el hombre"


Modesto comienzo...uuuuuufffffff!!! Si supieran como me está ayudando este libro!!! En otro párrafo cita al pensador Juvenal: "Juvenal, el que sentía tener un testigo dentro de sí mismo"


Como canto Violeta: Gracias a la vida que me ha dado tanto, entre otras cosas, me dio este libro entre ruinas, para que me ayude a cosntruir mi ilusionario, mi anhelo de mar


Pedro Patzer

4 de enero de 2007 - Buenos Aires

Los adioses

Por Pedro Patzer Escribo adioses, así en plural, como quien dice gaviotas, como si todos las despedidas fueran iguales, como si nos pudiéram...