12/02/2017

La Palabra y la Revolución

Por Pedro Patzer

Una palabra puede hacer crecer el Himalaya en tu silencio,
darte auroras que irrumpan en la noche del mundo.
La palabra puede hacer de tu corazón una antorcha,
una luciérnaga, un guerrero,
quitarte los personajes que los dramaturgos oficiales hicieron de vos,
otorgarte el libro en blanco del horizonte.
Una palabra puede ser una contrabala: con ella podés herir de vida,
cantarle  -por primera vez -  una canción de cuna a los ancianos huérfanos.
La palabra puede despojarte del ropaje del miedo,
burlarse de las medallas con que se escapan de sus fantasmas los resignados.
Una palabra puede hacer de vos una nave de los libres,
que engañe a los radares militares,
que traduzca el olvidado canto de la vieja sirena.
Una palabra puede ser el oro de la soledad,
el jardín intruso en el imperio del desierto,
la herramienta del ángel humano y del pan divino,
para trascender las lecciones que imparten
los que matan al día.
La palabra puede ser el comienzo de la revolución,
la fuente que preservará al bosque, al río, a la canción humana,
en medio de esta sequía de bondad, belleza y pensamiento.


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