por Pedro Patzer
La madre de Miguel
Ángel murió cuando él tenía seis años, por lo que fue criado por la mujer de un
picapedrero. ¿Cómo no iba a esculpir el David, si ya había aprendido todo lo sagradamente
humano que puede dar una piedra?
A Miguel Ángel lo
obsesionaba poder atrapar el movimiento en la piedra. Curiosamente, en la
quietud del David consiguió retratar en el mármol, el insólito movimiento del corazón
humano.
Leonardo da Vinci y
Miguel Ángel no se conformaron con sacar conclusiones acerca de la anatomía
humana, sólo contemplando esculturas griegas. Ambos estudiaron cadáveres para
saber más del cuerpo del hombre. Es decir, dos de los artistas que más belleza
le dieron a la vida, tuvieron que aprender de la muerte.
A Leonardo lo
obsesionaba la libertad, compraba en la feria pájaros enjaulados y los
liberaba. Muchos se burlaban de él, no le encontraban sentido. Sin embargo, Da
Vinci fue pionero de la aviación, uno de los hombres que más hizo para
ponerle alas a la humanidad.
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