6/30/2007

Sensiblemente



Sensiblemente, fue la vida
escribiendo noches en mis ausentes,
y algo me dice que el mundo murió ayer
en un abrazo,
serán estos versos la resurrección del mundo,
el canto valiente de la lluvia, el hambre de la aurora sin muros,
el escándalo de ser un lunes, cuando la constelación bosteza
y hay posibles tripulantes latentes, gentes que dejan las oficinas
para correr hacia los puertos,
olvidan expedientes y abren los sagrados cuadernos,
qué esperan del día , sino ésto?
hay veces en que Dios es tan sólo una broma en las viejas campanas

Pedro Patzer



6/27/2007

Quién es dueño de la nostalgia?


No es tuya la luna para que la arrebates, acaso un eclipse es tu alma?
nada de pianos, no!!! nada de pianos!!!
el chocolate sabe amargo bajo el tiritar de Dios en los inviernos
de las ciudades que he perdido en estos versos,
los poetas vendrán, los viejos soles perdidos en libros amanecerán tibiamente,
desde un renglón me lanzaré, la ironía es apenas la excusa de tu olvido,
pentagramas, hambre de un lugar que comience
la desnudez corrige arquitectura,
no perdono en naves, soy viajero del silencio
tripulante de un ocaso sin nombre,
el otoño ha muerto,.
y lo muerto ya es fantasma de la palabra,
cenizas de un poema que pudo ser.
apenas un susurro que me permite preguntar
quién es dueño de la nostalgia?


Pedro Patzer

6/22/2007

Romancero de lo irreal


Si hay mucho hambre de pan en este mundo, imaginen el hambre de cielo que hay; no se pueden separar, hay hambre de pan porque hay hambre de cielo, y cada uno que prescinde de lo imaginario, del romanticismo de ser un actor del más allá, colabora con la hambruna de arribas, con la decadencias los sentidos, ¿cuánta gente ya ha perdido el tacto – ya no busca palpar la vida, se conforma con la posibilidad virtual? ¿Cuántos habrán perdido el sabor – la magnifica dulzura de la noche en el paladar; la audición - todo lo que se queja el mar en lo desierto; la visión, ante ese muro que es la tv?
Se imaginan volver al romance, que ante cada cosa que nos ocurra escribir un romance, un romancero de lo cotidiano; hombre con almas en rima, damas que mueren por lo infinito; la salvaje utopía gobernando los corazones de los transeúntes de la historia.
¿Qué es lo real: es esto, es Irak, el hambre, Macri, Sarkosi, la guerra, la bolsa?
Volvamos a lo irreal, a ese mundo que nunca estuvo, pero que Alonso Quijano sospechó cuando decidió ser Quijote; regresemos a ese universo de lo imposible en el que Hamlet se burlaba de la muerte, haciendo un monólogo inmortal, ante la calavera de un bufón.
Sólo somos la medida de nuestra felicidad, la sílaba de una eternidad que siempre está por empezar.

Bienvenido invierno porteño

Pedro Patzer

6/02/2007

ALFABETO DEL PONIENTE


La palabra “Madre” me consuela,
digo nave y algo de mi zarpa saciando mi hambre de infinito,
pienso en ella, y no es necesario buscar inmortalidad en otros sitios,
anhelo que caiga una lluvia que corrija tanta pobreza y realidad,
sé que hay seres danzando un otro lado,
viejas tejiendo el arco iris,
una sed que hace chiquito al mundo que propone el nunca de siempre,
sé que si no hay súbditos, no hay reyes
y el imperio de lo feo, caería con un solo gesto de ternura,
digo soledades, y no hay violín que no me enseñe el adn de Dios,
la belleza del ser humano por subsistir en el drama,
los mercaderes del naufragio callarían
con sólo enterarse de que alguien ha aprendido el alfabeto del poniente,
de que alguien domina la hierba de lo sensible,
la canción que suda el moribundo, el cristo de la tempestad
lo que reza la prostituta en auroras sin cuerpos,
dejame entrar en la luz de la palabra,
lo que ignora mi eternidad, es lo que aprende lo que muere
no vine acá para ser un esclavo del día,
una mancha gris en los muros de la historia,
un acorde cansado en los desiertos de la hora,
el viajero sólo llega cuando se desconoce,
desnudame y quitame el nombre,
mi yo es un escalofrío que no elegí,
mi ser es este otoño, esta prepotencia de mares,
este poema


PEDRO PATZER

JUNIO 2007, OTOÑO, BUENOS AIRES

La cultura popular es el anticuerpo que siempre salva a la Argentina

por Pedro Patzer Aunque nos quieran convencer de que los ladrones de las melodías, de las vocaciones, de los más hermosos vínculos del human...