12/03/2008

CORAZÓN

Entre Dios y el poema,
Las galaxias y las esquinas,
El mendigo del misterio otra vez,
El color de los que nunca amanecen,
El gris de los que guardan sus días
En una cajita,
El mar a menudo sucede en las estatuas,
En la arquitectura de lo que ya se olvida,
En el trago que no logra mejorar la infancia de mañana,

Si en los cuadernos no cabe el desierto,
Si en lo que engendra ríos en los ojos
no duerme la humanidad,
de qué sirve el gran lápiz de planetas,
la gran rima del más allá,
poema sálvame de la ordinaria salvación,
déjame solo a orillas del salvaje sabio
que habita mi otro corazón



Pedro Patzer

10/09/2008

corazón


Corazón, el otro cielo empuja en vos,
Y el gran alarido de los bosques,
La salvaje llamada de la oculta tribu,
El ultimátum de lo humano en la miseria,
Corazón, intentando la respuesta sin la gran pregunta,
Y los museos y los carceleros, y tantos poemas para nadie,
Corazón, que murmullas el último idioma del ángel,
El reloj en la casa abandonada,
Corazón, Que balbuceas los cantos irremediables del capitán
En muelles vacíos, sin ni siquiera naufragios, ni tatuajes que
Confundan al sol


Pedro patzer

10/08/2008

corazón

Corazón, quién te dijo que hasta ahí no podés llegar?
Corazón, vidrio de la catedral de la brisa
que en la dársena del poniente espera
a que el barquito naranja entregue las últimas armas del sol,
las elegantes exequias del día,
Corazón, te han educado bajo el arrecife de lo real,
Y tu capricho de abismo, tu río humano surge otra vez
desde el caudal del misterio y la ternura,
Corazón, el mundo a veces sucede en lo que soñamos
Y eso también es la verdad como la niñez que sigue
aconteciendo en las campanas


Pedro Patzer

10/07/2008

corazón


Corazón, postal de la Atlántida en mí,
Mensaje en esa botella encarnada,
Tamborcito que el niño que fui sigue golpeando
Junto al niño que no tuve;
Corazón, cielo varado, lluvia del día después,
Idioma escondido en la posdata del espíritu,
Corazón, traidor del horizonte,
Semilla del ocaso, adentro,
Íntima aurora que me insita a regresar
Al magnífico sitio en el que nunca estuve


Pedro Patzer

10/06/2008

corazón

Corazón, huella de un dios
en la arena del sismo eterno,
nave roja, vino de los ebrios de adentro,
acorde de galaxia, acordeón de domingo
bullicio de la intemperie, arquitectura de seda
caja de sangre donde el fantasma bosteza,
burdel de lo infinito, ensayo del mar que nunca
logrará el barco dentro de la botella


Pedro Patzer

10/03/2008

corazón


Le eres infiel al mar cada vez que la luna,
Corazón, acaso el árbol deja su cómodo silencio,
Acaso el otoño se queda con sus buques amarillos
A acompañarte en los naufragios azules del invierno?
Corazón, vejez de plastilina, sol cual gato de luz en el tejado
Corazón, rumor de especie, violín de sangre, intérprete de un río
Sin partituras, corazón, un río que viene de una lluvia
Que todavía no aconteció


Pedro Patzer

10/02/2008

corazón


Habrás llegado a Itaka? Quién lo sabe, sólo el que haya aprendido a traducir el lenguaje de su misterioso corazón
Desnudo vine de mi madre y desnudo iré a la ceniza, y en el medio el corazón,
El simulacro del eco del allá, ¿será el corazón la piedra inevitable que el niño de lo eterno y la nada, escondió, en la efímera forma humana?
¿Qué balbuces corazón, hermoso y maldito compañero de viaje,
Qué susurras polizón rojo, astuto delator del secreto del abismo?
Che, corazón, el cannon de poesía te prohíbe, los críticos te evitan,
Y el mundo te olvida, te explica, te intenta instalar pensamientos
Corazón, brújula de arena, espanto de lo lindo, coraje de la gota sobre
el irremediable monumento del día

Pedro Patzer

10/01/2008

corazón

Corazón, espectro del inmortal que nos habita cuando
el cuerpo insiste en alcanzar algo
que se parezca al otoño en una canción,
Corazón, trovador del desierto con aspiraciones de agua,
Rocío de los que distraen de a dos al abismo,
Escultura del espíritu intentando lo animal del alma,
Máquina de lo vulnerable,
reloj de dios, olvidado en la anatomía de lo breve
entre etcéteras y cielos,
tal vez, la roja codicia del más allá que late en el acá,
quizás eso que existe entre la palabra y el silencio,
el oculto monumento del prócer de la aurora y el poniente

Pedro Patzer

9/26/2008

Corazón

Soy el paisaje de un poema
que todavía no es del todo,
como un crepúsculo de juguete
sobre la noche artificial del minero,
algo así como un tren destruido
que despierta a la belleza secreto
del mismo camino, que siempre
a otra parte conduce

Soy como el pan del diluvio,
como el fragmento de cielo que censuran
los grises edificios,
como el árbol que envejece un poco
en cada mirada,
como el anciano de la estación que espera
a que la sirena del andén encante
a los Ulises de redes y hambre,
como el teatro vacío el día en que el
actor ha muerto,
como el humo pagano en el templo de la nube,
como el solitario puente
de las carreteras olvidadas
Pedro Patzer

9/18/2008

CORAZÓN


Niños que no alcanzan a dibujar lo que sueñan,
El cuerpo no consigue ser lo que imaginamos,
Será el amor la ficción de la anatomía,
El sol que escondemos detrás de los ojos,
La pieza vacía donde vuelve a morir el filósofo tuberculoso,
será ella desnuda, el etcétera de los resignados,
los trenes que incendian los ancianos en el poniente
las moscas que no logran vencer la belleza de Marilyn pálida
, pasajera eterna de la juventud del mundo perdido,
Será los detectives que sólo toman agua,
La hoja en blanco que no le abre las puertas azules
a ese poema que me insulta desde alguna galaxia de mí,
el viejo hachero se ha cansado de los moribundos árboles del bosque,
será que el corazón es la minería del ocaso, la piedra del día oculto,
el balbuceo cautivo de los ausentes, que trepan al cuerpo una y otra vez
hasta ser el latido de un espíritu, arma de juguete del niño que elige nunca
morir al mundo, antes de nacer el universo

Pedro Patzer

8/23/2008

corazón



Corazón, andén, fábrica de lo infinito, abandonada
en lo mortal;
Corazón, río contaminado de memoria, viajero que ha aprendido
que no hay regreso para el que tiene como hogar el horizonte.
Corazón, perro al sol, vida;
Corazón, pasos del guardián delante de la celda,
promesa de la sangre, la sed que no sabe que posee
el hombre que nunca ha bebido un sorbo del remoto mar
donde empieza la vida en un cuerpo.
Corazón, tejado que como Atlas intenta sostener
el perezoso cielo de una ciudad de cenizas.
Corazón, íntimo espejo del que cree
no tener rostro, corazón
ventana destrozada en la mirada
del triste ladrón de los sonidos de las campanas.
Corazón, estrella roja dentro del cuerpo,
eco de un Dios dentro del hombre, corazón
ángel en la jaula, cada vez que olvidamos
que estamos aquí para traducir con sus latidos,
el lenguaje de todas las cosas que aún
no se han inventado



Pedro Patzer

8/15/2008

CORAZÓN


Entre tanto mercader del ocaso, prendo milagro y una hoja en blanco,
Ando buscando un libro rabioso en mis adentros,
Renglones desde donde lanzarme a eso que supone es la vida,
Pero no existe la real academia de la escalera,
Corazón,

Vidrio roto, el espectro del sol en la madrugada,
Mastico la vieja canción, mi profeta urgente me dicta un silencio,
Regreso a la película dormida de vos
Corazón,

La edad de mi madre en los pueblos que dejo atrás,
Las redes del pescador algo saben de mi infancia sin mar,
A veces tu cuerpo es la próxima hora,
Corazón

Los desconocidos callan mis más hondos secretos,
La elegancia del cielo indiferente a la pólvora humana,
Casi siempre intento develar lo dios que hay en el Hombre,
Corazón





PEDRO PATZER

7/03/2008

aurora



Era la música,
Era yo y ella, pájaro,
Y eso de creer que la enciclopedia de la nube,
Y la chimenea de los cigarros,
Libros donde atardece,
Pianos de nadie, flores sin novios y novias,
Y mi yo en la gran celda de un país,
Abrazo roto, valijas, hierba del niño que fui,
El corazón golpea, pide que abramos la gran puerta,
Y creemos que son los pasos del vecino,
La maratón de los fugitivos,
Los cotidianos sonidos de los astilleros,
Mis pies saben de pasos perdidos,
Jazmines en invierno, guitarra dormida en el silencio
Del anciano,
Y allí va, el blanco monumento de la melancolía,
El cuaderno otra vez me abriga,
Viajero soy, vida, hermano de la travesía,
Mi mano recorre la suavidad del mundo,
Golpeado, definido tantas veces,
Pero la recorre igual, prefiere creer
Que pese a todo, mañana la aurora otra vez

Pedro Patzer

6/15/2008

Alguien ha matado al mundo, otra vez

Alguien que tira leche en las rutas, mientras niños mueren de hambre, es alguien que ha matado al mundo, otra vez.
Los grandes pronosticadores del Apocalipsis, se equivocan si entre sus matemáticos presagios, no colocan, a energúmenos, que arrojan a la basura alimentos, mientras una parte del mundo engorda a la muerte.
De nada sirve, hablar de un glaciar que se derrite, si primero no mencionamos al viejo genocidio que vuelve.
El planeta habla de crisis de alimentos, aunque debería hablar, de crisis del corazón humano. ¿Acaso, no se sabe, que el problema no es que la tierra no nos brinde sus frutos, sino que el hombre prefiere, para tener más beneficios económicos, usar la tierra para el bio combustible? Del mismo modo, en mi país, Argentina, un conjunto de imbéciles, prefieren tirar comida, para alcanzar sólo un objetivo: obtener más ganancias
Basta de pedirle a Dios por asuntos que pueden solucionar los hombres, basta de invocar a Dios, por problemas que inventan los hombres.

Perdón si esta vez no escribí un poema, pero las musas están agonizando en el monte de Santiago, en alguna aldea africana, en una casa de Haití o entre los escombros de Bagdad.


Pedro Patzer

5/20/2008

insomnio


sin mapas, me iré lejos,

las altas cumbres de la madrugada,

el lejano dios de la metáfora,

fragancia de mar en una ciudad sin,

el insomnio del ángel en cada libro,

son las dos y el matrix no duerme,

la noche es una muchacha que hace preguntas en rima,

si tuviera un piano imaginario,

un puñal de caudillo metafísico,

un ajedrez sin reyes,

una canción sin estribillos,

si el sol nocturno apareciera con solo invocarlo,

si sólo fuera un caminante, otro nomás

la aurora y su hilo pretenden atar los agujeros del

el antiguo monumento del otoño,

el mendigo del espíritu se regocija

con la vieja joya de la inmortalidad,

podría llover, pero apenas es lunes


Pedro Patzer

5/09/2008

La´última prenda del ángel

A R. Linares, el gran fotógrafo de la nostalgia

La última prenda de un ángel
Que se desnuda hacia el mundo,
Quizás el cóndor moribundo
nos da un poco de letra,
¿y cuál será tu nido, gorrión de ciudad,
Polizón ante el mar, oscuro perro, que es toda nuestra espera,
y que piensa cuál es la orilla, cuál el horizonte?
La vieja lucha de la piedra y el cielo,
La antigua lucha del mar y el hombre,
Será acaso un presagio de naves que no llegan,
O de tempestades que invaden los muelles
de nuestros corazones?
La pluma del ángel nos presta su alfabeto,
El perro. su mancha de tinta en el horizonte,
Nosotros, nuestras credenciales de otoño
aquellas armas amarillas que algunos llaman melancolía

Pedro Patzer

4/19/2008

HUMO SOBRE BUENOS AIRES


Humo,
nube equivocada,
volcán de juguete susurra en esta ciudad
huérfana de Quinquelas y naufragios
Humo, Cortázar fuma
en La Giralda de los arribas ,
por eso esta nube equivocada,
esta pálida mujer sin vientos,
esta carta en blanco sin remitente,
esta paloma de algodón,
esta guitarra de bocanadas
humo,
el ángel se quitó las ropas
que caen como niebla de riachuelo,
como disparo de otoño,
como ceguera de Borges
como el blanco monumento del mendigo
que en cada esquina, arrea la inmaculada bandera
de rendición,
humo
partitura deshilachada,
clavel de las alturas en busca de Pugliese,
campana de aire que perdió su templo,
glaciar de seda, espuma de un mar volador,
delantal del viejo alumno de la belleza y el desasosiego,
humo sobre Buenos Aires, piano de harina,
levadura de fuelle, canción de alquitrán,

Pedro Patzer

4/12/2008



Los creadores custodian mi desasosiego,

el gran desamparo, el que me hace un polizón del día,

los grandes amigos de los libros,

los cómplices de la melodía y el color,

nunca se está solo, cuando se aprende a mirar con los ojos cerrados,

los paises interiores, los remotos dibujos de mis antepasados,

las lluvias que rubricarán el naufragio en su boca,

la arquitectura de lo imposible, en cada verso

los trenes, el vino, un papel en blanco



Pedro Patzer
en este nuevo otoño

3/07/2008

QUE TODA AMÉRICA HABLE EL MISMO IDIOMA

Que toda América hable el mismo idioma, el alfabeto del inca y de la Pachamama; el de Los Caribes y las frutas insurrectas de la selva; el de los Macondos y los Comalas; que el continente decida su destino, que la hermandad sea el horizonte, y los latinoamericanos criaturas del porvenir; reclamémosle al futuro paz entre hermanos, somos el mañana de la dignidad, somos la América descalza que ahora comienza a caminar hacia la historia.

Venezuela, Ecuador y Colombia, ¿Acaso no fueron una misma nación, aquella Gran Colombia fundada en 1819, ese territorio de espumas y volcanes, de Gabriel García Márquez y Rómulo Gallegos; de Antonio José de Sucre y Simón Bolivar?
no comparten el sabor de la arepa? ¿Acaso el sol del caribe no esculpe con su intensa luz las bembas de sus mujeres? ¿Acaso no los une el sonido de aquella arpa legendaria, que despertara la envidia de los viejos ángeles? ¿Acaso los tres países no llevan en su rico vientre, el ancestral hijo de café, aquel de mirada oscura y hermosa?
Tan sólo esta vez, en que Venezuela, Ecuador y Colombia nos convocan, sería bueno contradecir a Borges y decir: “que nos una el amor y no el espanto” y que América vuelva a ser la misma plegaria de cerámica, la misma canción con todos


“Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el Cielo, que van por el aire dormidos engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar”
Escribió en 1891, José Martí, poeta cubano. Sus palabras poseen el don del porvenir, sus letras son siempre jóvenes en un mundo viejo de injusticias.


Venezolanos, ecuatorianos y colombianos, hermanos del corazón de la selva que palpita los primeros cielos del cóndor, que lleva en sus latidos verdes la memoria del mediodía del aborigen, del nocturno maquillaje de aquella luna sin nombre, de aquel satélite indio que iluminaba un continente que sólo tenía fronteras de lodo y ríos?
Que el mismo canto que Tupac Amaru entonara con su sangre, el mismo himno que Pablo Neruda y César Vallejo recitaran en las patrias líricas de la poesía, resurja como estrofa de cóndor, como vieja bandera zurcida con el sudor de los héroes, con la lágrima del esclavo que alcanza su primera aurora en libertad. Venezuela, Ecuador y Colombia,
pEDRO pATZER , TEXTO PARA RADIO NACIONAL FOLKLÓRICA

3/05/2008

MI DESTINO ES EL POEMA


Leo en este planeta, lo que escribí en otro universo
Y como siempre las letras de lluvia, los jardines del más allá,
El niño que en sus manos acaricia al arco iris muerto,
Me entran ganas de ser un polizón en aquel viejo canto,
De ser una luz en el color que Homero pintó en su ceguera,
De ser el manifiesto de la flor, el hambre de lo desierto
Y sin embargo qué es lo que vale la pena,
Mi niño sigue corriendo en su antigua infancia,
Los trenes a ninguna parte siguen recorriendo el mismo sendero,
Los profesores quedaron en aquella incomprensión,
Mi templo vacío, el beso seco, y Lorca siempre Lorca
Ahora me veo, escribiendo posdatas sobre cartas que nunca llegaron,
Y comprendo que mi destino es el poema


Pedro Patzer

2/22/2008

EL MONÓLOGO MÁS IMPORTANTE DE LA HUMANIDAD



HAMLET.- Ser o no ser, esta es la cuestión. ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia? Morir es dormir. ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza?... Este es un término que deberíamos solicitar con ansia. Morir es dormir... y tal vez soñar. Sí, y ved aquí el grande obstáculo, porque el considerar qué sueños podrán ocurrir en el silencio del sepulcro, cuando hayamos abandonado este despojo mortal, es razón harto poderosa para detenernos. Esta es la consideración que hace nuestra infelicidad tan larga. ¿Quién, si esto no fuese, aguantaría la lentitud de los tribunales, la insolencia de los empleados, las tropelías que recibe pacífico el mérito de los hombres más indignos, las angustias de un mal pagado amor, las injurias y quebrantos de la edad, la violencia de los tiranos, el desprecio de los soberbios? Cuando el que esto sufre, pudiera procurar su quietud con sólo un puñal. ¿Quién podría tolerar tanta opresión, sudando, gimiendo bajo el peso de una vida molesta si no fuese que el temor de que existe alguna cosa más allá de la Muerte (aquel país desconocido de cuyos límites ningún caminante torna) nos embaraza en dudas y nos hace sufrir los males que nos cercan; antes que ir a buscar otros de que no tenemos seguro conocimiento? Esta previsión nos hace a todos cobardes, así la natural tintura del valor se debilita con los barnices pálidos de la prudencia, las empresas de mayor importancia por esta sola consideración mudan camino, no se ejecutan y se reducen a designios vanos. Pero... ¡la hermosa Ofelia! Graciosa niña, espero que mis defectos no serán olvidados en tus oraciones.
HAMLET, SHAKESPEARE

EL BALBUCEO DE LO IMPOSIBLE

lA ternura me presta el ojo más lúcido,
el horizonte sobornado por ángeles lentos
pero hermosos,
las enciclopedias de la nada
nos aprisionan en herméticas definiciones
debería bastarnos ser milagros y crímenes andantes,
cenizas de mañana,
Darío deja de perseguir cisnes en la poesía,
Lorca regresa de las tabernas amarillas de New York
somos el verbo imaginario de un idioma que nadie inventará,
el río de luz sobre la rama que nadie contempla
pero si no aprendo el abrazo, de nada sirve todo esto
algo más que cadáveres, somos los que le ponemos nombre
a lo que no existe,

pEDRO pATZER

1/30/2008

San Amarillo


Vino ordinario donde la luna cae
Como dios vulgar en el campo de batalla,
Aquella guitarra reconociendo una carencia,
Una estrella de coplas, (bagualera con caja y milagros)
Virgen de los desdentados
Pornografía de lo amarillo, en cada San Cayetano marchito
En el sudor,
Regresa al canto, me dice el sombrío dueño del silencio,
Qué es todo esto? Me pregunto,
Y sólo veo un mismo alarido en famélicas bocas,
Quién probará el sabor de este pensamiento,
Que manjar será esta caer en la angustia,
Este no haber sido pájaro, este ser de tierra,
Y qué se yo de mapas,
De manuales literarios,
De estilos y suicidas,
Apenas testigos de lo inmortal que nos roza,
Ando con hambre de milagros,
Ando con afán de edén,
Y la página en blanco comienza a farfullar
El gran poema que tal vez
sea

Pedro Patzer

1/14/2008

MI RELIGIÓN

Todos los que siguen cayendo con Cobain en la bañera,
humo del fusil confundido con la nube,
generación en busca del gran poema oculto,
Tal vez el cuerpo no entienda demasiado acerca
De la íntima cosquilla,
Si la literatura no nos salva,
Para qué sirve escribir?
Creamos sobre la ruina,
Mariposa en el escombro decía Martí,
Se apoderan del arma poderosa,
Del escándalo del más allá acá,
Educados
con rifles en la letra,
con la cifra y la culpa,
Dejame ser libre de éste que hicieron de mí
La escuela, la familia, los amigos, el trabajo,
Dejame encontrarme en el desierto que hay al cerrar los ojos,
Que bella se presiente la primavera sin nombre,
Que azul es el idioma de mi ceguera,
Mi religión es el humano

pEDRO pATZER

1/12/2008

ÁNGEL GONZALEZ: SE MURIÓ EL HOMBRE, QUEDÓ EL POETA

PARA QUE YO ME LLAME ÁNGEL GONZÁLEZ
Para que yo me llame Ángel González, para que mi ser pese sobre el suelo, fue necesario un ancho espacio y un largo tiempo: hombres de todo el mar y toda tierra, fértiles vientres de mujer, y cuerpos y más cuerpos, fundiéndose incesantes en otro cuerpo nuevo. Solsticios y equinoccios alumbraron con su cambiante luz, su vario cielo, el viaje milenario de mi carne trepando por los siglos y los huesos. De su pasaje lento y doloroso de su huida hasta el fin, sobreviviendo naufragios, aferrándose al último suspiro de los muertos, yo no soy más que el resultado, el fruto, lo que queda, podrido, entre los restos; esto que veis aquí, tan sólo esto: un escombro tenaz, que se resiste a su ruina, que lucha contra el viento, que avanza por caminos que no llevan a ningún sitio. El éxito de todos los fracasos. La enloquecida fuerza del desaliento...
Ángel González

1/05/2008

IMPÚNEMENTE INMORTAL


Después de pasar los treinta (voy a cumplir en días 32) uno comienza a dejar de ser impunemente inmortal como cuando los veinte, ya los poemas son juguetes de constelación, se juega a Dios y a la nada en cada verso; las canciones son cartas que duermen en los umbrales de las casas abandonadas, el vacío y la totalidad acechan, el árbol de la utopía se ve más hermoso, porque uno ya tiene todo para dejar de ser su otoño y sin embargo, si uno sigue siéndolo, viendo los cadáveres de la juventud de aquellos que se fueron a la cifra de un paraíso racional, los fantasmas amarillos del libro y el café siguen siendo mis amigos, comparto secretos con el jazmín y la arena, ¿acaso soy el crepúsculo sobre la espalda de aquella muchacha? ¿Acaso soy la lluvia que huele el preso desde la celda donde la Biblia suda profetas?
- Siga escribiendo, y trate de vencer la cosquilla de la locura
algo huele a soledad, pan de soledad? quién lo sabe?
soy más mar que nunca, las posdatas nunca me gustaron…
todavía el mundo necesita que lo cambiemos, no pienso envejecer la niñez del verso, aquella de mis primeros catorce


Pedro Patzer

La cultura popular es el anticuerpo que siempre salva a la Argentina

por Pedro Patzer Aunque nos quieran convencer de que los ladrones de las melodías, de las vocaciones, de los más hermosos vínculos del human...