Los solemnes recuerdan a Eduardo Galeano, ofrecen sendas
biografías, levantan su estatua. Ustedes saben: hacer de alguien una estatua es
hacer de su espíritu algo inmóvil, algo que ya no llora, no ríe, no ama, algo
que ya no intenta mover el mundo. Sin
embargo, todos los que somos hijos de los días de Eduardo Galeano debemos
denunciar cual galileos: sin embargo se mueve!!! El autor de Las Venas Abiertas hizo la de Martín
Fierro: denunciar con belleza. Así Galeano consagró su vida a ser un Galileo
del corazón humano, a mostrar su movimiento en la historia, a señalar la
grandeza de los pequeños de la otra Historia, de los “Nadies”, como él los
llamaba. Porque, justamente, su obra es un llamado, un manifiesto que nos
enriquece la mirada en medio de la pobreza (de los contempladores profesionales)
De este modo, al mundo patas arriba lo cobijó en el libro de los abrazos, y a
los silencios de los oprimidos, les convidó sus palabras andantes, y al frío
del olvido lo combatió con las memorias del fuego. Eduardo Galeano no fue la
voz de los sin voz, él fue su canto.
SOY PEDRO PATZER. ARGENTINO, LATINOAMERICANO! MI ABUELO VINO EN UN BARCO PERO YO VENGO DE MÁS LEJOS,MI DESTINO ES LA PACHAMAMA
4/14/2015
4/09/2015
Entre templos y juguetes
Un corazón libre vive entre el templo y el juguete, declara arrabal a todo lo que no lleve algo de puente en su esencia, se confunde con el libro de la aurora, se hace llamar como el grillerío nombra a la remota noche, se permite ser el eco de los antiguos silencios y las alabanzas de las sagradas tribus del porvenir
pedro patzer
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