Entre tanto mercader del ocaso, prendo milagro y una hoja en blanco,
Ando buscando un libro rabioso en mis adentros,
Renglones desde donde lanzarme a eso que supone es la vida,
Pero no existe la real academia de la escalera,
Corazón,
Vidrio roto, el espectro del sol en la madrugada,
Mastico la vieja canción, mi profeta urgente me dicta un silencio,
Regreso a la película dormida de vos
Corazón,
La edad de mi madre en los pueblos que dejo atrás,
Las redes del pescador algo saben de mi infancia sin mar,
A veces tu cuerpo es la próxima hora,
Corazón
Los desconocidos callan mis más hondos secretos,
La elegancia del cielo indiferente a la pólvora humana,
Casi siempre intento develar lo dios que hay en el Hombre,
Corazón
Ando buscando un libro rabioso en mis adentros,
Renglones desde donde lanzarme a eso que supone es la vida,
Pero no existe la real academia de la escalera,
Corazón,
Vidrio roto, el espectro del sol en la madrugada,
Mastico la vieja canción, mi profeta urgente me dicta un silencio,
Regreso a la película dormida de vos
Corazón,
La edad de mi madre en los pueblos que dejo atrás,
Las redes del pescador algo saben de mi infancia sin mar,
A veces tu cuerpo es la próxima hora,
Corazón
Los desconocidos callan mis más hondos secretos,
La elegancia del cielo indiferente a la pólvora humana,
Casi siempre intento develar lo dios que hay en el Hombre,
Corazón
PEDRO PATZER
1 comentario:
Tu poesía-corazón, abierto, arrancado de lo invisible para ser lo invisible. Corazón tuyo desnudo que brilla hasta convertirse en un tigre de cristal. Piedra que alcanza su volumen de diamante, su holografía de agua. Corazón tuyo que me dice, y ojalá me busque en lo que dice.
Publicar un comentario