4/13/2009

Corazón


Dos cuerpos donde lo eterno ensaya
la trama del otro corazón,
los amantes intentan apurar la aurora
mientras la medianoche improvisa el rocío de Adán.
La vida pone las cartas sobre la mesa,
la noche cuenta sus billetes de estrellas caídas
y humanidad vencida en las esquinas de mujer:
amar es tratar de averiguar los secretos del barco,
echar nuevamente a los mercaderes del templo
dejarse corromper por la oración clandestina
hasta despertar la nueva inteligencia del alma,
y sólo ser el himno de aquel país que existe
en la imaginación


Pedro Patzer

1 comentario:

Anónimo dijo...

mientras la medianoche inprovisa el rocío de Adán ... Eva se sonríe.
Hermoso y sublime poema, Pedro.
Un abrazo oceánico.

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