Residuo de lo que pudo haber sido, tesoro de lo que soy
el Predador y el humanista, el carbón y el algodón,
la tinta que sangran los expedientes, las lágrimas del poema que no nació
la profecía huérfana de cualquier profeta, la muchedumbre exaltada sin predicador
Si los que ahora están muertos todo lo sabían ¿por qué dejaron que el semáforo y el paraguas, y que el hombre prohibiera en nombre de la libertad de Dios, y que los gusanos que se devoran a los vivos, les enseñaran la antigua resignación de los muertos?
Y yo que mañana perteneceré al mundo de los siglos amarillos,
Y yo que mañana será cómplice de lo que calla la estrella y el rocío
Y yo que mañana seré otro soborno del barro y la hierba
¿Qué hago por las preguntas que ya se están haciendo los que todavía no nacieron? ¿qué hago con las respuestas que sugiere el otro corazón?
Pedro Patzer
3 comentarios:
Existe una pregunta en Internet, que lleva tu nombre en la respuesta. No es otra cosa: tu poesía. Tu lenguaje de relieves claroscuros, nubes en los mares, aroma de abrazo materno, beso esperando el mediodía, al que se le cae un pétalo por acariciarte.
Poesía que sana es la tuya. Poesía que mima es la tuya. Poesía que ama es la tuya. Poesía eterna es la tuya.
Con amor
W.
eh! pedropatzer...te leo
y yo
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