Que se cuela por los ríos de mi infancia,
Por el cauce infatigable de mis pasiones,
Y se presenta vulnerable ante el juego
De la edad y lo infinito, de lo etéreo y lo humano,
Qué es el verso, sino esperar encontrarse
Un enigma de luces y paraísos,
Y de calles solitarias y libros que enmudecen,
Cual imán de ángel, ando en busca de la aurora
De la artesanía vital de la brisa,
De de los dioses nocturnos,
Del ajedrez sin reyes y rosas sin espinas,
Cuál es la verdad de todo esto
Musiquita inevitable del hombre,
Hierba de celda,
Los que apoyan a dios contra su silencio,
Alquitrán de la miseria,
Voracidad del jazmín,
El poema sirve para afinar el silencio absoluto
De ser uno mismo, callada y en un cuerpo
PEDRO PATZER
1 comentario:
Fue causalidad el motivo por el que encontré esta página. Tal vez la misma que hizo que te encuentre por la calle. Solo espero que su efecto sea despertar nuevamente a la escritura que tan dormida se encuentra dentro de mí.
No encuentro una dirección de mail en este sitio. Pero estoy segura que ya sea por causa o destino, en algún momento, volveremos a contactarnos.
Mujer Poesía
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