Los dados eternos
Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!
Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!
Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.
Dios míos, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.
César Vallejo
4 comentarios:
! que tremendo Vallejos!
el poema anterior de ese libro pagana comienza así :
" Ir muriendo y cantando. Y bautizar la sangre babilónica de noble gladiador.
Y rubricar los cuneiformes de la áurea alfombrada
con la pluma del ruiseñor y la tinta azul del dolor"...
Vallejo es inagotable Pedro,
su obra me provoca la misma conmoción hoy que la primera vez que lo leí.
Cada frase de Vallejo es un mundo en sí,
el Peruano tiene esa magia de los grandes poetas, el de generar una perplejidad tal que al comenzar a lee uno de sus versos ,te quedás como levitando... y dando vueltas con un párrafo
( Puede llevarte horas leer uno de sus poemas !!!! Jajaja)
que bello esto que divulgás, ojalá
fuera más leido.
un abrazo Pedro
vallejo un maestro, y otro es el que lo comparte.
gracias por ser maestro de tanto, por enseñar tantas cosas de la vida.
gracias por el pedro patzer
muaa!
lo escribo y me corro...dijo
es cierto, no tiene marias que se van sino una humanidad que lo abandona. el darlo todo y ser negado, no crees acado causa dolor?
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