1/26/2017

De Piedra y Cielo



por Pedro Patzer

La madre de Miguel Ángel murió cuando él tenía seis años, por lo que fue criado por la mujer de un picapedrero. ¿Cómo no iba a esculpir el David, si ya había aprendido todo lo sagradamente humano que puede dar una piedra?

A Miguel Ángel lo obsesionaba poder atrapar el movimiento en la piedra. Curiosamente, en la quietud del David consiguió retratar en el mármol, el insólito movimiento del corazón humano.

Leonardo da Vinci y Miguel Ángel no se conformaron con sacar conclusiones acerca de la anatomía humana, sólo contemplando esculturas griegas. Ambos estudiaron cadáveres para saber más del cuerpo del hombre. Es decir, dos de los artistas que más belleza le dieron a la vida, tuvieron que aprender de la muerte.

A Leonardo lo obsesionaba la libertad, compraba en la feria pájaros enjaulados y los liberaba. Muchos se burlaban de él, no le encontraban sentido. Sin embargo, Da Vinci fue pionero de la aviación, uno de los hombres que  más hizo para ponerle alas a la humanidad.

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