por Pedro Patzer
Para acabar con la muerte no hay que transformarse en asesino, más bien en creador.
La muerte no se mata con la muerte, la muerte se acaba con la vida.
“Luz, más luz” fueron las últimas palabras de un poeta, que ni siquiera dejó que la muerte lo llenara de sus sombras !Sus palabras quedaron del lado de la vida!
Cuando la muerte se pone de moda el mundo se llena de fantasmas, pero también de guerreros de canciones, de soldados de los colores, de sembradores de la palabra, de custodios del pan y del cielo para todos. !Para todos!
Para acabar con la muerte, no hay que transformarse en asesino, tan sólo hay que amar la vida, aunque duela, aunque este amor sea una forma de soledad, aunque la peste de los muros se convierta en epidemia, aunque la cultura de los candados y las contraseñas proliferen.
Ni toda la muerte del mundo podrá vencer al movimiento de un corazón libre.
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