2/19/2007

MUJERES DE CINE




Mujeres del cine, mujeres que nunca preguntan por qué, ni van por los sueños pidiendo permiso, ni siquiera desnudas le piden perdón a la anciana Luna por quitarle el protagonismo.
¿Alguna vez pensaste que Leonardo Da Vinci no las conoció? ¿ Se imaginan lo que hubiera pintado contemplando a Julia Roberts, o lo que Shakespeare hubiese escrito por Nicole Kidman? ¿Qué hubiera sido de la arquitectura egipcia si los egipcios hubiesen conocido el cuello de Demi Moore? ¿No hubiera abandonado cualquier empresa imperialista Alejandro Magno por una tarde de amor con Katharine Hepburn? ¿Habrá sido levantado el imperio Azteca en homenaje a una mujer como Salma Hayec? ¿Cuántas otras sinfonías hubieran quedado inconclusas si Schubert hubiera dedicado su tiempo a contemplar a la Bella Greta Garbo? Si el Dante hubiera conocido a la Cuccinotta, actriz de El Cartero de Neruda, seguramente la Divina Comedia sólo hubiera tenido infierno, no hubiera tenido tiempo para aburrirse escribiendo el purgatorio y el Paraíso.
Sí, estas mujeres cambiaron al mundo, la historia. En ellas podemos comprender a la Humanidad porque ellas son la cultura del hombre, desde ellas todo es diferente:
En las piernas de Marilyn Monroe comprendí definitivamente la existencia de Dios.
En La mirada de Winona Ryder aprendí los misterios de la vida, aquellos que muy pocos saben. En los labios de Penélope Cruz entendí a la locura del Quijote por su Dulcinea y a Lorca diciéndo: “Por tu Amor me duele el aire, el corazón y el sombrero” En La belleza de Kim Bassinger comprendí para qué he nacido, para qué he venido hasta aquí, por Sofia Loren conocí los primeros insomnios en el deseo, en las caderas de Jeniffer López observé como un inmortal firmaba su testamento (por una noche en esa creación única e irrepetible) , en la desnudez de Angeline Golie recordé a Oscar Wilde diciendo: “ Las mujeres están hechas para ser amadas, no para ser comprendidas” aunque Micheal Douglas en atracción fatal me enseñó que Wilde se equivocó en frases como esta: “ Me aburren las mujeres que nos aman. Las Mujeres que nos odian son mucho más interesantes” Y es verdad, no hay manuales para descifrar a las mujeres, son una especie imposible de estudiar porque cada ejemplar es único, maravilloso, seductor, complejo y eterno. Sólo podemos llegar a la conclusión de que sin duda el Paraíso comienza en una mujer y que por ellas hacemos la guerra, la paz, la creación, el crimen, la música, el arte, la poesía; hacemos el amor y sobre todo nos hacemos la película, porque sin ellas no hay cine.
Pedro Patzer


1 comentario:

Eritia dijo...

No soy una mujer de cine, aunque si, toda una mujer y eso ya es
bastante, como bien lo enuncias
en tu texto, y me hago cargo de
tus letras tan deliciosamente enlazadas.

Un gusto leerte, Pedro.

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