Corazón, espectro del inmortal que nos habita cuandoel cuerpo insiste en alcanzar algo
que se parezca al otoño en una canción,
Corazón, trovador del desierto con aspiraciones de agua,
Rocío de los que distraen de a dos al abismo,
Escultura del espíritu intentando lo animal del alma,
Máquina de lo vulnerable,
reloj de dios, olvidado en la anatomía de lo breve
entre etcéteras y cielos,
tal vez, la roja codicia del más allá que late en el acá,
quizás eso que existe entre la palabra y el silencio,
el oculto monumento del prócer de la aurora y el poniente
Pedro Patzer
1 comentario:
HE RECORRIDO EL BLOG,
HE DES-CUBIERTO UN POETA...
GRACIAS PEDRO...
MÓNICA
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