Todos los poemas que el mundo escribió
todas las naves que el hombre urdió,
las manos del que reza y las del labrador,
las del pianista y las del preso que tocan,
entre los barrotes, el aire de la libertad,
el rumor del otro corazón
¿Qué pretende la paloma que se asoma
en la pequeña ventana del orfanato y el hospital?
¿Por qué los moribundos sólo hablan la lengua materna,
Y el artesano construye en su modesto taller, estrellas?
¿acaso escucha el balbuceo del otro corazón?
El arquitecto que hizo los planos de la casa
nunca imaginó que en cierto rincón
deambularían fantasmas,
el sediento que agoniza en el desierto,
adivina la contemporánea aventura del océano y
el náufrago,
¿Será que el otro corazón advierte, será que su bullicio
de más allá, late en el íntimo silencio de los de acá?
Pedro Patzer
todas las naves que el hombre urdió,
las manos del que reza y las del labrador,
las del pianista y las del preso que tocan,
entre los barrotes, el aire de la libertad,
el rumor del otro corazón
¿Qué pretende la paloma que se asoma
en la pequeña ventana del orfanato y el hospital?
¿Por qué los moribundos sólo hablan la lengua materna,
Y el artesano construye en su modesto taller, estrellas?
¿acaso escucha el balbuceo del otro corazón?
El arquitecto que hizo los planos de la casa
nunca imaginó que en cierto rincón
deambularían fantasmas,
el sediento que agoniza en el desierto,
adivina la contemporánea aventura del océano y
el náufrago,
¿Será que el otro corazón advierte, será que su bullicio
de más allá, late en el íntimo silencio de los de acá?
Pedro Patzer
2 comentarios:
Lo único certero en este mundo es que callamos más de lo que decimos. Es inevitable el paso del tiempo, la tiranía de la materia que nos condena a ser espectadores de nuestra propia decadencia. Pasamos demasiado tiempo desconociendonos y no tratando de comprender como cada persona impacta en nuestro mundo.
Es cierto que no nos conocemos en profundidad, pero debo decirte el impacto que causaste en mi persona. Cierto día de Febrero allá por 1994 estábamos charlando de la vida, de las elecciones que debían ser para siempre (supuestamente). Una reflexión tuya abrió mis ojos y marcó un cambio en mi rumbo.
Gracias por ser en cierta forma partícipe de quien soy hoy.
Zetiu, el mismo envase, con el alma añejada
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