8/13/2014

EN EL ABRAZO DE ESTELA Y GUIDO


En el abrazo de Estela y Guido
por Pedro Patzer


En el abrazo de Estela y Guido, la amistad de Cruz y Fierro, Kosteki y Santillán cruzan el puente, Mafalda y el globo terráqueo dialogan porvenir
En el abrazo de Estela y Guido, Juanito Laguna sale de la pobreza, Dorrego no es fusilado, Borges y Perón se permiten un café
En el abrazo de Estela y Guido, los trenes regresan a los pueblos, los trovadores alcanzan la canción secreta de su pueblo, el clavel en el piano de Pugliese se transforma en jardines de música
En el abrazo de Estela y Guido, Yupanqui y Spinetta ensayan los otros himnos argentinos, los ríos y los pueblos vuelven a tener sus nombres aborígenes
En el abrazo de Estela y Guido, los “templos” de Lavalle vuelven a ser cines, y el amarillo de los libros usados de la Calle Corrientes, se hacen soles de los nuevos días
En el abrazo de Estela y Guido, la vidala se conoce, en Buenos Aires, tanto como el blues, y a los peatones le crecen alas en la 9 de Julio
En el abrazo de Estela y Guido, los canallas se quedan sin abogados, sin monumentos y sin publicistas, y la avenida Rivadavia se llama Jauretche y las parroquias se llenan de padres Mugicas y obispos Novaks y Angellelis
En el abrazo de Estela y Guido, la Pachamama adopta a los hijos de los barcos, y la curanderas dan clases en la facultad de medicina, y Dios es amigo del Zupay de la salamancas
En el abrazo de Estela y Guido, antes de “pensar en inglés”, aprendemos a pensar  en quichua, guaraní, mapuche y todo idioma originario
En el abrazo de Estela y Guido, el himno argentino recupera sus originales versos: “Se conmueven del Inca las tumbas /Y en sus huesos revive el ardor, /Lo que ve renovando a sus hijos /De la Patria el antiguo esplendor”
En el abrazo de Estela y Guido, Evita no es Madonna, es una chica de Munro, Catamarca o mejor dicho, Evita vuelva a ser una piba de Los Toldos y  el Che deja de ser un bailarín de Broadway, o una moda en una remera, y vuelva a ser un soñador rosarino, o un pibe que milita en un comedor comunitario, o un soldado de la unión latinoamericana
En el abrazo de Estela y Guido, hay menos shoppings y más sociedades de fomento, no se habla del dólar blue, sino del dolor negro, el dolor de una negra historia, de muertos , oprimidos y almas colonizadas
En el abrazo de Estela y Guido, los chicos de Malvinas y los pibes de Cromagnon hacen una ronda de conciencia, que se convierte en el gran viento de país, viento que nos ayuda a recordar
En el abrazo de Estela y Guido, San Martín deja de ser ese santurrón que compuso Mitre, y pasa a ser ese hombre que fue, ese espíritu libre, con vocación latinoamericanista, con amor por los de abajo
En el abrazo de Estela y Guido, Chacho Peñaloza y Felipe Varela regresan a los manuales de historia y se hacen remedios para las enfermedades campesinas aunque no den ganancias a los megalaboratorios
En el abrazo de Estela y Guido, el azúcar ya no tiene la amargura del zafrero condenado a la pobreza, y Mariano Moreno no se hunde en la mar, y el teatro abierto se salva del incendio
En el abrazo de Estela y Guido, no nos trae la cigüeña de París, nos trae el cóndor de los andes, el crespín de Santiago, la diuca de la Pampa
Porque en el abrazo de Estela y Guido, un país se redime de amor, una Argentina se hace más humana, un pueblo comienza a parecerse a su propio sueño

No hay comentarios.:

Los adioses

Por Pedro Patzer Escribo adioses, así en plural, como quien dice gaviotas, como si todos las despedidas fueran iguales, como si nos pudiéram...